Wednesday, June 26, 2013

En qué pensamos al filosofar la educacion? 1

Universidad de Puerto Rico
Recinto de Río Piedras
Facultad de Educación
Departamento Fundamentos de la Educación

Fundamentos Filosóficos de la Educación (EDFU 4019)
Pedro I. Subirats Camaraza

¿En qué pensamos al filosofar la educación? (1)

En estos ensayos examinamos posibilidades de entender y responder la pregunta. 

Especialistas en economía, psicología o arquitectura pensarán la educación desde sus conocimientos, formación profesional experiencias o contratos de trabajos. Finanzas, presupuestos; salud mental; espacios funcionales y habitables; son tópicos razonables de sus intereses profesionales. Es fácil concebir en cada caso los temas, métodos, resultados, mercado laboral. No en filosofía de la educación, que integra dos quehaceres complejos en las teorías y las prácticas: filosofar y educar.   

Filosofía es un modo de pensar con tradición histórica de 26 siglos en Oriente y Occidente. El pensamiento filosófico se ha concebido de cinco modos: amar el saber; búsqueda del sentido de las cosas; esfuerzo del pensamiento por construir una teoría racional de lo real; pensar crítico-analítico que clarifica lenguaje, significados o sentidos; y cosmovisión general del universo y la vida. En todos está presente la educación, de modo explícito o implícito. Los asuntos que trata la filosofía educativa son los siguientes: identidad del ser humano; persona educada; vida buena; fines educativos; sociedad ideal; lenguaje; conocimiento; currículo; pedagogía; autores; normatividad de filosofía educativa. En síntesis la pregunta subyacente es: ¿quién es el humano a educar, en qué mundo, con qué educación?  

Ser humano. Personas cultas están convencidas sus hijos se educan bien en colegios religiosos. ¿Por qué? Otro ejemplo. Tan pronto se oficializa el marxismo en Cuba, se eliminan colegios privados, la mayoría religiosos, instaurando la escuela pública que afirma la religión es un error histórico. ¿Por qué tales ideas sobre el ser humano? ¿Por qué transferir esas ideas a las escuelas? ¿Por qué unas teorías y prácticas educativas en vez de otras? ¿Una idea del humano es superior a otra, por qué? Desde que disponemos de textos escritos se constata la estrecha relación entre una antropología y educación. Toda educación se vincula a una representación de quién es el humano y qué hace en el mundo. ¿Cómo podría la educación actuar desprovista de alguna idea sobre la identidad humana? ¿Tiene el humano una naturaleza con rasgos o características típicas? ¿Nacemos iguales? ¿Somos egocéntricos o altruistas? ¿Producto de evolución natural, devenir histórico, destino? 

Persona educada. Se presume educar es una actividad humana. Si la cotorra Petunia dice “dame galletita” o “jódete” inferimos está adiestrada en proferir palabras, pero no maleducada. ¿Qué es ser educados? ¿Hay experiencias “educativas” a diferencia de otras? ¿Ser educado se define según la cultura, sociedad, tiempo? ¿Ser educado significa mejor ser humano? ¿Educar y escolaridad es igual? ¿Un diploma o título académico refleja ser educado? ¿Por qué tanta gente con grados universitarios resultan tan canallas y corruptas? ¿Qué papel tienen las escuelas y universidades en educar? ¿Qué es educar a diferencia de adiestrar, entrenar, instruir o enseñar? ¿Hay relación entre la noción del ser humano y la persona educada?

Vida buena. Decir se educa con el fin de ser malignos es un sinsentido. Educar es un quehacer valorativo de lo beneficioso al humano. Los humanos ¿son buenos o malos por naturaleza? ¿Es la ética universal o relativa, subjetiva u objetiva? ¿En qué consiste una vida buena? ¿Debe la escuela fomentar una ética de cómo vivir bien? ¿Cómo se aprende? ¿Es un proceso mental, emocional, intuitivo, conductual, social? ¿Estudiar ética educa en ser ético? ¿Existe relación entre ética, política, economía? ¿La vida buena tiene que ver con la felicidad? ¿Es posible educar en la felicidad y la vida buena? ¿Hay relación entre ser humano, persona educada y vida buena?

Fines educativos. Un comité curricular propone una filosofía educativa. ¿Qué hacen? Valoran una concepción antropológica y sociopolítica que justifica la educación para una institución. A partir de esa concepción, se podrá enjuiciar buena, deficiente o mala la educación según los parámetros de juicio y resultados que se analicen. Toda educación responde a por qué, para qué, es decir, fines educativos. Los fines son las razones en virtud de las cuales se educa. ¿De qué fuentes se originan? ¿Por qué hay estados que establecen fines por ley pública? ¿Los fines educativos deben ser iguales para todos, relativos según personas o contextos culturales? ¿Cómo saber si un fin educativo es beneficioso? ¿Existen fines educativos universales para toda la humanidad? Este tipo de reflexión filosófica se relaciona con la teleología (fin) y la axiología (valor). Precisemos etimologías. Fin: el latín finis indica dos ideas, término de algo, y lo que da sentido y perfecciona algo. Teleología: el verbo griego tello indica acabar su vuelta; télos significa fin y término. Es un concepto que se refiere a algo que cumple su finalidad, su plenitud, el ser pleno que es. La idea proviene de Aristóteles, quien estudió las causas finales de lo existente en su tendencia a la perfección. ¿En qué consiste la perfección del humano? ¿Qué educación perfecciona al humano? ¿Cómo relacionar los fines con los cuatro asuntos anteriores?  

Mundo real e ideal. Itard no pudo educar al niño-lobo de Aveyron. Es axiomático suponer que el humano se educa en el mundo humano, no de lobos. ¿Educar supone un ideal de mundo? ¿Con qué criterios? ¿El mundo evoluciona a modos superiores o es azar impredecible? ¿Debe la escuela fomentar valores políticos, económicos, culturales, religiosos? ¿Las escuelas son agentes de cambio social? ¿Es preferible educar para la democracia? ¿Por qué con tanta educación en sociedades “desarolladas” el mundo está tan maltrecho? ¿Es justo pedir a la escuela educar para un mundo ideal? ¿Se cambia la escuela para cambiar el mundo o es al revés, o simultáneamente? ¿Hay principios universales respecto al mundo deseable? ¿Vale la pena crear un microcosmos ideal en la escuela, aparte del macrocosmos social real? ¿Qué decirle a niños y jóvenes sobre discrepancias entre educación ofrecida y realidad vivida? 

Lenguaje. Los humanos hablan y comunican su pensamiento a sus semejantes. La filosofía se ocupa del lenguaje desde sus inicios. Filosofar es, entre otras cosas, averiguar qué se dice con palabras. Ya Platón en Cratilo enfrentó el problema del sentido de las palabras cuando tienen significados diversos. ¿Qué significan educar,  democracia, al decir “educar para la democracia”? Es la reflexión filosófica-analítica de depurar léxico y sintaxis sobre qué se dice. El lenguaje nos constituye como humanos y es constitutivo de la racionalidad, del “logos”-en griego logos designa a la vez palabra y razón-. Dado que un proceso educador es un acto de comunicación y que el lenguaje constituye la mediación comunicativa más importante, es razonable que la filosofía educativa haga tarea de clarificar e interpretar los lenguajes usados en educación. O se arma el lío de Babel. Función primordial de filosofar la educación es discernir los discursos educativos en lo que se dice y los entrelíneas que no se dicen pero están implícitos, sobre todo en las discrepancias entre decir y hacer. 

Conocimiento. La educación es un todo biológico, psíquico y social en humanizarse. Es un proceso evolutivo de aprender a ser humanos, a domesticar instintos salvajes (Leviatán, Hobbes) para vivir en sociedad sin destruirnos. Del homínido al humano, el conocimiento es decisivo. Desde el nacimiento se observa una fuerte tendencia a conocer, averiguar lo que nos rodea, lo que somos. Educar supone la pretensión de conocer, pero no conocer de cualquier manera, sino de tal forma que se tenga la impresión de conocer correctamente, no mera opinión o falso.  Decir “conozco” ¿qué significa? ¿Qué es conocer satisfactoriamente, a diferencia de opinar? ¿Cómo consta que conozco? Es la reflexión filosófica llamada epistemología, del griego compuesto del verbo epistamai, que significa imponerse en algo por estar seguro, y del sustantivo episteme, que es conocimiento confiable. ¿Qué propiedades tiene un conocimiento que hace fiable un enunciado? Hay algo que anima la educación desde siempre: el recurso a la idea de verdad como principio regulador. El no tener certezas absolutas, no quita pretensión a la verdad y confiabilidad del conocimiento. De hecho, todo currículo educativo se justifica por el supuesto epistémico que estudiar implica descartar falsedades, tergiversaciones, manipulaciones y errores en interpretaciones, en hechos, en evidencias, en lógica del razonar. En otras palabras, se busca las verdades, aunque tentativas, provisionales. Diseñar un currículo que sus proponentes saben es fraudulento, es un crimen educativo. La universidad que oferta currículos de corto plazo que aceleran graduación y atraen matrícula, a sabiendas de la superficialidad educativa, hace fraude educativo. La filosofía piensa la validez, pertinencia o veracidad del conocimiento. ¿Qué conocimientos se ofrecen, por qué esos en vez de otros? ¿Qué condiciones posibilitan conocer? ¿Cómo saber si un conocimiento es verdad, hay métodos de averiguarlo? ¿Qué diferencia certeza del error? ¿Se puede defender la noción de verdad sin dogmatismo, escepticismo? ¿Los conocimientos son objetivos o subjetivos, relativos o universales? 

Currículo. El currículo educativo es análogo al menú de restaurant: la oferta de los alimentos educativos que -en teoría- son nutritivos al bienestar humano. ¿Cómo entender la relación entre currículo y conocimientos? ¿Qué criterios determinan los conocimientos a incluir o excluir en un currículo, por qué? ¿El currículo es universal para todos o selectivo para algunos? ¿Deber haber diferentes currículos para diferentes personas? ¿De dónde emergen los contenidos curriculares? ¿Se fija de antemano el currículo, se construye en el proceso? ¿Hay relación entre currículo, autoridad y libertad? ¿Quiénes deben hacer y decidir el currículo? ¿Hay currículos mejores que otros, cómo saberlo, con qué lógica? 

Pedagogía. Por pedagogía entendemos teorías y prácticas de enseñar, aprender y evaluar. ¿Lo que se enseña y se aprende es educativo? ¿Hay criterios para saberlo? ¿Con qué derecho unas personas se apropian del deber de enseñar a otras? ¿Por qué los estudiantes aprenden tan poco con tanta enseñanza durante tantos años? ¿Diversidad de conocimientos requiere diversas modos de enseñar y aprender? ¿Cómo relacionar poder, autoridad, libertad y responsabilidad con pedagogía? Según Platón y Aristóteles, el ser humano se motiva por tendencias naturales de éros, filía y ágape, es decir, afecto, pasión, amor de ser/saber. Según la  tradición filosófica de alteridad (Buber, Ricoeur, Lévinas), educar es un ethos de identidad recíproca -yo soy si otros son-. ¿Pedagogía y amor se relacionan? 

Autores. No empezamos en el cero histórico de filosofar la educación. Desde la antigüedad en Grecia hasta nuestros días, grandes mentes filosóficas pensaron y piensan los temas, problemas y preguntas que continuamos reflexionando sobre la libertad, la justicia, el bien común, el mejor gobierno, la vida que merece vivirse, la educación de excelencia. Sólo un ignorante o un atrevido pretende reinventarse en Kant. Hay que estudiarlo primero, y comentarlo luego. Es necesario conocer autores en filosofía que han pensado la educación, entre tantos, los indispensables, Sócrates, Platón, Aristóteles, Agustín, Tomás de Aquino, Maimonides, Hobbes, Spinoza, Locke, Leibniz, Hume, Rousseau, Kant, Hegel, Nietzsche, Mill, Dewey, Russel, Freire... 

 Normatividad de filosofía educativa. Es la parte, en un sentido más fácil, y en otro, más complicada. Es fácil enunciar los grandes principios y directrices de política educativa sobre el ideal humano educado en una sociedad, la nuestra, democrática. Se ha escrito de ello hasta la saciedad. Es complicado a la hora de traducir lo general a lo particular en un sistema educativo. Concierne a la filosofía educativa meterse en las aguas ambiguas de la realidad educacional y el discurso filosófico, con puentes y conexiones que hagan del filosofar la educación una praxis con sentido real.

Filosofar la educación es un pensar racional, crítico y comprensivo de las prácticas educativas en el ámbito que sea. En las cuestiones mencionadas, en las interrogantes planteadas, la tarea filosófica busca claridad, coherencia, pertinencia e integración. 








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