23. Es sabido que el significado etimológico de filosofía es “amor a la sabiduría”. Sophia para los griegos, sapientia para los latinos, la sabiduría es lo que todos los filósofos de la antigüedad, y muchos en tiempos modernos, han buscado. Es un saber . Tiene mucho que ver con el pensamiento, con la inteligencia, con el conocimiento de la realidad. Pero es un saber que ninguna demostración prueba, que ningún laboratorio analiza, que ningún tipo de experimento verifica, que ninguna titulación universitaria puede acreditar. Descartes escribió que la sabiduría es “juzgar correctamente para obrar correctamente”. Y eso no es una ciencia ni técnica, decía Aristóteles. Es un curioso tipo de saber práctico: no tanto un saber pensar como un saber vivir. Por eso se equivocan quienes confunden filosofía con erudición, repetir ideas de filósofos, aburrimiento o abstracción irrelevante.
24. La sabiduría es un conocimiento que, más allá de los números y las demostraciones de la ciencia, apunta al arte de vivir. Filosofamos porque queremos una vida más lúcida, más libre, más equilibrada… más humana. Deseamos vivir serenos, sin demasiadas agitaciones, las hay sin duda, pero conviene eliminar las innecesarias, reírle a las superfluas, navegar por encima de lo que interrumpe andar sosegados. Deseamos vivir auténticamente, sin falsas ilusiones ni mentiras ni hipocresías. Deseamos ser felices. Está claro que jamás alcanzaremos plenamente esas aspiraciones, pero eso no impide que nos aproximemos…
25. Kant decía que la filosofía es un esfuerzo constante por alcanzar la sabiduría. Se trata de pensar mejor para vivir mejor. Si la filosofía es ese trabajo, la sabiduría es ese reposo.
26. Por eso la filosofía es útil en el estudio escolar y universitario. Si se estudia mercadeo, biología, contabilidad, física, criminología, computadoras, solfeo o percusión ¿por qué no estudiar filosofía ni filosofar? Está claro hay que ganarse la vida, pero eso no dispensa de vivirla sabiamente. ¿Y cómo vivir la vida de inteligentemente sin tiempo para reflexionar sobre ella, sin preguntarse por ella, sin razonar de la forma más radical el sentido de vivir? Sócrates afirmaba que una vida no pensada no vale la pena vivirla. Nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para filosofar, decía Epicuro, pues nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para ser feliz.
27. Desde Sócrates y Platón entendemos la filosofía como sabiduría, como un pensar sobre la conducta humana orientada a resolver algunos problemas fundamentales: cómo llevar las riendas de la propia conducta superando nuestra constitutiva animalidad; cómo integrar los intereses individuales en un proyecto común que haga posible la convivencia social en justicia, paz, solidaridad; cómo enfrentar los sufrimientos inevitables -como son las enfermedad, la fragilidad del amor, los sentimientos heridos, los errores cometidos, la vejez solitaria, las incapacidades, las injusticias, la muerte- con equilibrio sereno; cómo ser feliz, en definitiva. Una felicidad que estoicos y epicúreos concebirán más tarde como tranquilidad de espíritu, y que dará origen a la célebre expresión de tomarse las cosas con filosofía de Séneca en sus Epístolas a Lucilio. Séneca y Epicuro nos dicen que la sabiduría nos libra de las pasiones desenfrenadas, de los temores y ansiedades irracionales, nos da serenidad de ánimo ante las situaciones que no controlamos -¡tantas y tan diversas!-.
28. Desde otro ángulo, la filosofía es un saber último y universal acerca de la realidad que es y la realidad que puede ser, lo dado y lo posible. Un saber que no se queda en lo físico y busca esa cara oculta de lo real que no se “ve” con los sentidos, pero que la razón capta como radicalmente importante -importante en las raíces de las cosas-. Por ejemplo:
- Cuando la Revolución Francesa proclama el triple ideal libertad, igualdad y fraternidad, está defendiendo tres grandes valores que nadie se atrevería a identificar como realidad científica, verdad en los hechos demostrados, pero que la mayoría de los seres humanos con racionalidad y buen juicio reconocerán como ejes fundamentales del existir humano.
- El psiquiatra austríaco Viktor Frankl dedujo de toda su experiencia carcelaria que la causa de los campos de concentración alemanes no fueron los ministerios nazi de Berlín, sino la filosofía nihilista del siglo 19, que despoja al humano de su naturaleza del ser; le ve como producto de la historia cambiante, un simple animal primo del mono. Si al mono se le enjaula en zoológico, al hombre se le encarcela en un campo de exterminio. Si hacemos jabones con grasa animal ¿por qué no hacerlo con grasa humana?
- Entre una época histórica que admite la esclavitud y otra que no la admite, la diferencia está originada por una antropología filosófica. La igualdad radical ontológica del humano no es precisamente una idea científica, ni tampoco la dignidad se descubre en laboratorio. El genocidio y el racismo no son moralmente indignos por deducción lógica silogística. Si no somos iguales y nadie nos ha concedido derechos inviolables, la ley natural imperante ha de ser de la selva, de Hobbes.
29. La vida humana se asienta en ideas filosóficas: la ontología del ser, la epistemología del conocimiento, la axiología de valores y bienes. Se asienta en la sabiduría.
Pedro Subirats Camaraza
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