Recinto de Río Piedras
Facultad de Educación
Departamento de Fundamentos Educativos
Filosofía de la Educación (EDFU 4019)
Pedro Subirats Camaraza
Conceptos
de Educación I
1. La
filosofía y las ciencias sociales y naturales que estudian al ser humano nos
proporcionan las imágenes de una “naturaleza”[1]
humana evolutiva y adaptable al medio físico y social. Mientras los demás seres
vivientes resuelven sus necesidades por la información heredada de los genes,
los humanos carecen de estas formas fijas de respuesta; es decir, el humano es indeterminado en su ser y obrar. Al no
estar determinado, se puede distanciar del estímulo inmediato del entorno, no
tiene que reaccionar (estímulo-reacción) sino que puede responder o actuar gracias
al cerebro que le permite una amplia flexibilidad (el término técnico es ductilidad) para incorporar muchas
respuestas o nuevas pautas de conducta en cada generación de individuos. Las
claves de esta adaptabilidad incluso al medio más hostil se encuentran en la
morfología del Homo Sapiens, que
muestra una diferencia evolutiva con el resto de los seres vivientes en tres
aspectos cruciales de su evolución: el aumento de la capacidad cerebral; la
bipedestación que libera las manos para emplearlas en instrumentos (Homo Habilis); y desarrollo de las
facultades mentales del lenguaje y la inteligencia. A partir de ahí, lo
heredado –cien mil genes- es sobrepasado con el potencial del cerebro: más de
10,000 millones de neuronas en compleja conexión sináptica. De esta
hiperformalización del cerebro procede la gran plasticidad humana que posibilita una pluralidad de comportamientos
y la capacidad de modificar el cerebro con la mente pensante. Es la fuente de
la creatividad de la especie humana y el origen de su educabilidad.
2. El recién
nacido, estrictamente, nace sin cultura (el niño-lobo de Aveyron es
paradigmático), pero tiene el potencial genético de conservar su individualidad
humana y participar de la acción enculturadora de la sociedad. Ello a condición
de poder recibir la influencia de un entorno social, de adultos y de
instituciones que le humanicen, es decir, que el recién nacido sea acogido en
una cultura y hábitat en que pueda desplegar su humanidad. Ese proceso lento en
tiempo, complejo en multiplicidad de factores y aún misterioso, es la
educación. La mente evolucionada humana es lo que permite interactuar en un
contexto humanizado, pues tan sólo la pertenencia a un grupo y una cultura
permite desarrollar la educabilidad humana. La educabilidad de la condición
humana explica que yo pueda escribir esto, tú lo puedas leer, ambos pensar,
entendernos y educarnos. La educabilidad también explica que alguien decida
dedicar su vida a educar a otros. Quizá
tú.
Así, el humano
ha evolucionado de tal forma que su cerebro y su mente le permiten desarrollar
modos de vida cultural que rebasan su naturaleza física hacia amplias
posibilidades de creación y desarrollo.
No está inmovilizado ni fijado en un modo estricto de ser y obrar, como los
animales y plantas, sino que transforma su entorno natural en variedad de
contenidos. En una palabra, en el ser humano acontece el fenómeno de la educación. Vamos a explorar el concepto.
3. Creemos
saber, al menos intuitivamente, qué es educación. Si yo indignado exclamo en el
cine “¡maleducado!” a un idiota que prendió la molestosa luz del celular en
medio del film es porque tengo en mi mente una interpretación de quién es (o
no) educado. Todos creemos saber lo que es educación, pero apenas intentamos
precisar su significado, los elementos que la definen o las características
ocultas del vocablo, surgen unas dificultades que se complican paulatinamente.
Tan sencillo que era el todo, tan complejas parecen sus partes. Tan fácil que
era nombrar la palabra, tan difícil descubrir su significado y ponernos de
acuerdo. Lo que era claro se torna oscuro. Lo nítido se ensombrece. ¡Qué
universitarios tan educados! Allá van desfilando en su graduación a recibir sus
diplomas. Es fácil nombrarles “educados”. Hasta recordar que han sido los
egresados universitarios durante los pasados tres siglos los principales
agentes de los horrores en guerras y corrupción mundial. Tan sencilla la
palabra y tan oscura de definir.
4. El término
educación comienza a usarse en el siglo XVIII con la formación de los sistemas
escolares nacionales en la fundación de los Estados modernos en Europa y
América[2].
La palabra está cargada de muchas significaciones, es difícil de definir y
cuando se intenta una definición demasiado específica enseguida surgen las contradicciones
de numerosas opiniones. Haz una encuesta con la pregunta “¿qué es educación?”
Ya verás los ceños fruncidos buscando respuesta. Hasta que alguien dice “pues
lo que hacen las escuelas”. ¿Asunto concluido? Pues no. Esto no es tan fácil.
En estos ensayos vamos a detenernos en la palabra educación, entrar en ella,
revisar sus entrañas conceptuales. Es un concepto preñado de significados.
Seamos comadronas, intentemos ayudar a parir la educación. Ojalá logremos comprender
mejor este fenómeno tan complicado.
5. ¿Qué
conceptos indican algunos significados de la palabra “educación”? Podríamos
enunciar tantos cuantos autores la tratan. Una breve muestra:
-
El acto realizado por el
educador o la sociedad sobre el individuo, en latín, educare
-
El acto realizado por el
educando mismo, en latín, educere
-
El resultado o el efecto de
un proceso educativo
-
La interacción, proceso o
relación humana con intenciones de educar
-
Cualquier tipo de asimilación
o transmisión de un contenido educativo
-
La función de instituciones
sociales o de la sociedad en su totalidad
-
Perfección del ser humano o
desarrollo de sus potencialidades
-
La instrucción, enseñanza y
aprendizaje intencional con miras a formar la persona
-
Etc.
Ya ves. Es un
concepto abultado, una palabra densa. Tiene mucho adentro.
Pues si te
parece bien, adentrémonos en sus entrañas a ver qué luz aparece en esta
criatura que nos educa y en la que educamos a otros.
[1] La noción de
“naturaleza” humana es controversial. Hay estudiosos en ambos campos del
debate: para unos existe una naturaleza esencial mientras que para otros el
humano es un ser abierto sin una naturaleza prefija. No voy a zanjar el debate.
Uso el término inclinándome a la primera posición, pero sin dogmatismo y con la
posibilidad de que el debate esté mal planteado. Ese tema lo analizo en el
ensayo ¿Hay naturaleza humana?
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