Universidad de Puerto Rico
Recinto de Río Piedras
Facultad de Educación
Departamento de Fundamentos Educativos
Fundamentos Filosóficos de la Educación (EDFU 4019)
Pedro Subirats Camaraza
Filosofar (la educación) III
11. Pensar en un acto cotidiano que haces sin tener que decir “pienso”, salvo cuando ese nene bobo te pide salir con él y le dices “voy a pensarlo” aunque ya lo pensaste. En el diario vivir hacemos infinidad de actos fáciles de explicar, describir, analizar, dramatizar, ilustrar, recordar, como son dormir, caminar, peinarse, nadar, cocinar, vestirse, besar, desvestirse, actos habituales que no demandan explicaciones excesivas. La mayoría de esas acciones están incorporadas al sistema neuromuscular automático a fin de ahorrar energía. El cerebro es un sistema sumamente eficaz en sus mecanismos espontáneos que economizan tiempo y esfuerzo neurocognitivo para funciones complejas de resolver problemas, analizar opciones y tomar decisiones. Si vas a casa de tu prometida para decirle estás enamorado de un hombre y hay que cancelar la boda, ten por seguro que al conducir el carro tu cerebro no piensa en la energía del pie para darle velocidad al motor. Tu cerebro eficazmente delega eso en el sistema nervioso neurovegetativo mientras te pones a pensar cómo carajo vas a salir de ese lío. Tu organismo ahorra espacio neural para eso. También ten por seguro que has pensado con el vocablo fundamental en filosofía: pensar. Si en algún momento has pensado de la manera que describimos a continuación, has filosofado. Piensa si alguna vez has pensado…
• … en profundidad preguntas que interesan
• … con sentido común
• … con precisión para definir una palabra o clarificar el lenguaje
• … con detenimiento para clarificar una idea
• … con sentido crítico para no dejarse llevar por la costumbre o pecar de ingenuo
• … qué hacer con tu vida en la circunstancia en que estás
• … tu manera de pensar, si has pensado tu pensamiento
• … qué significa conocer algo, cómo sabes si conoces algo verdadero y no falso
• … cuáles son los supuestos, las premisas, la lógica, las razones de una idea o creencia
• … cómo relacionar o conectar conocimientos de diversas áreas del saber
• … cómo puedes tener convicciones o creencias sin dejarte aprisionar por ello
• … cómo puedes tener un saber sin ser poseído por ese saber
• … cómo puedes pensar sistemáticamente sin sistematizarte
• … que no todas las cosas valen igual ni son lo mismo
• … lo mucho que ignoras y no sabes
• … que debes tener dudas razonables para tener mente abierta, flexible y adaptable
• … sobre el bien, el mal, la libertad, la verdad, la razón, la justicia, la paz, el tiempo,
la consciencia, la mente, el universo, la felicidad, la divinidad, el sentido de vivir
… si alguna vez has pensado eso, es que has filosofado.
12. Todos esos modos de pensar que hemos denominado filosóficos tienen entre sí diferencias y similitudes. Es imposible lograr un acuerdo sobre una concepción única o preferible de filosofía. Lo más que podemos decir de filosofar es que su característica distintiva es usar argumentos. Los filósofos típicamente se ocupan de los argumentos: los inventan, adaptan de otros o critican los de otros. También analizan el lenguaje -medio comunicativo predilecto del humano- para saber de qué hablamos. Algunos filósofos tienden más a buscar la sabiduría, a pensar el sentido de vivir, mientras que otros prefieren hacer análisis del lenguaje, y otros hacen crítica de los supuestos y premisas con las que se piensa y actúa.
19. Al pensar con actitud filosófica hemos de tomar en cuenta que la realidad es enormemente rica y compleja. No basta un solo punto de vista para conocerla ni una sola metodología para estudiarla. Demos un ejemplo fácil de entender, tengo un libro de poesía. ¿Quién me lo explica? ¿Un físico? Él me dirá lo que pesa, el tamaño que tiene, su densidad, su color y otras propiedades materiales de ese objeto, y nada más. Un químico me dirá de qué está hecho, de celulosa, que tiene un poco de carbono en las palabras impresas y nada más. ¿Quién me puede decir lo que hay allí de contenido de información, de belleza, de poesía? Ni el físico, ni el químico pueden decirme eso con respecto al libro y su contenido por más experimentos y medidas que hagan. Si esto es verdad con respecto a una simple obra humana que tengo en mis manos, tan sencilla, también es cierto cuando se trata del Universo o la Vida, así en mayúsculas. Puedo preguntar al químico qué es el ser humano y me puede decir desde su ciencia que tiene típicamente en su cuerpo tantos gramos de carbono, tantos de oxígeno, tantos de calcio, de hierro, sodio, etc. ¿Es eso el humano? Si me ponen todos estos elementos en un frasco sobre la mesa ¿ese eres tú y yo?
20. El humano es una realidad que no se explica en términos de física, química, biología y otras ciencias particulares que analizan los componentes físicos y orgánicos de la vida. Es menester pensar con otras categorías conceptuales que nos aproximen a encontrar lo que significa ser una persona capaz de buscar la verdad, la belleza, el bien, la libertad, la paz, ser sujeto de derechos y deberes, de sentido de justicia, y por eso, ser capaz de tener responsabilidades y de relacionarse con otros seres humanos a diversos niveles, desde contratos sociales amplios a las relaciones de amistad, los vínculos de amor. El astrónomo me puede explicar de qué están hechas las estrellas, su temperatura, la distancia de la Tierra y el tiempo que toma llegar su luz a nosotros, pero no puede decirme nada si le pregunto por qué existe el universo o qué hacemos nosotros en este espacio sideral. Ninguna ciencia puede dar respuesta, ni siquiera explorar la pregunta más profunda de la filosofía: ¿por qué hay algo en lugar de nada?
21. La historia de la humanidad atestigua el afán de conocer todo lo que nos rodea y nosotros mismos. Como el conocimiento espontáneo sensorial no es muy fiable ni responde por completo a los interrogantes, el humano necesita razonar, relacionar datos y extraer conclusiones. Así, a partir de la información insuficiente que proporcionan los sentidos llegamos a conocer aquello que no podemos observar directamente. Desde antiguo se da el nombre de ciencia a este tipo de conocimiento que nos lleva más allá de la experiencia ordinaria y de la opinión corriente. La palabra deriva del vocablo latino scientia, un sustantivo que procede del verbo scire, que significa saber. Ciencia y filosofía son conocimientos que buscan la verdad, con independencia del diferente grado de verdad que puedan conseguir y del inevitable margen de error que puedan contener. Si no fuesen sistemas de verdades provisionales y parciales, su inclusión en los currículos sería una tomadura de pelo universal, un fraude de proporciones gigantescas inducir a estudiantes a aprender lo que es falso, mentira, un engaño. El valor pedagógico de un currículo educativo, precisamente, es iniciar o desarrollar el gusto por investigar la verdad con respecto a la materia de estudio. Los estudiantes y maestros asumen ese axioma pedagógico como parte incuestionable de su haber, lo que no significa, en un mundo de cambios acelerados y radicales, que la verdad provisional de hoy no sea la falsedad de mañana, y de nuevo, hemos de empezar otra vez la investigación y estudio, la constante e inacabable exploración del conocer.
22. El conocimiento científico nace de la experiencia y es racional, pues se refiere a un mundo físico cuyas regularidades y patrones -ciclos biológicos o astronómicos, por ejemplo- quiere explicar y predecir con leyes mediante un método. Método (del griego méthodos camino), es el camino inteligente que recorre la ciencia entre hipótesis y comprobaciones, hasta lograr leyes y teorías que pueden demostrarse, darse a conocer públicamente, y que expresen conocimientos ciertos, pero en constante redescubrimiento. El método científico es hipotético-deductivo, cuya clave es unir la matemática con el experimento. Pero la filosofía no es, no puede pretender ser, ciencia en este sentido. Ciencia y filosofía son disciplinas intelectuales y académicas diferentes, pero esa distinción no debe producir aislamiento ni mucho menos oposición. Porque al estudiar problemas comunes y estrechamente relacionados, ambas se necesitan mutuamente. Los grandes temas fronterizos y de máxima importancia, como el origen del universo, el origen de la vida y el origen humano son a la vez temas filosóficos y científicos inseparables, aunque las metodologías y enfoques varíen.
23. Al filosofar la educación según el título del curso, fundamentos filosóficos de la educación, ¿en qué consisten, en verdad hay “fundamentos”, y si los hay, qué son?, ¿científicos, intuitivos, históricos, psicológicos, artísticos, culturales, financieros, políticos, gerenciales, técnicos?
24. Has concluido seis lecturas que te inician en la aventura de un itinerario intelectual que lo heredas de siglos de tradición, pero debes rehacerlo en tu propio andar. Es filosofar la educación.
25. Adelante.
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