Monday, January 30, 2012

Un acercamiento a la crítica

Universidad de Puerto Rico
Recinto de Río Piedras
Facultad de Educación

Fundamentos Filosóficos de la Educación: EDFU 4019 (3 créditos)
Pedro I. Subirats Camaraza

Un acercamiento a la crítica

1. La palabra “crítica” se usa con mucha frecuencia en las ciencias sociales, las humanidades, los medios de comunicación, y cualquier ámbito en que se entienda es apropiado insertar en una frase la palabra “crítica”. La palabra es tan frecuentada en tantos contextos con tantas entonaciones que al mencionarla se corre el riesgo de confusiones, malentendidos, tergiversaciones, o peor, en un vacío de sentido. Es una palabra elástica, se estira hasta donde quiera quien la diga. Lástima, porque el término “crítica” tiene su historia y significados en el pensamiento filosófico.

2. El término crítica en su sentido estricto, como aptitud superior del pensamiento, surgió hace más de dos mil años en el seno de la civilización griega. El ejercicio de esa aptitud, que dio origen a la tradición crítica en filosofía, se ha cultivado desde entonces. Entendida como “metodología de conocimiento”, su historia comienza formalmente con Immanuel Kant en las últimas décadas del siglo XVIII. Han sido numerosos y muy distintos los frutos de esa tradición crítica, principalmente en Hegel, Marx, Escuela de Frankfurt, Habermas, Schmidt, Negt, Popper, bachelard, Piaget, y otros. Pero ese recorrido conceptual nos lleva por un rumbo distinto al propósito de este escrito, que es introducir el vocablo en sus significados comunes y generales, y su importancia en la educación.

3. Paralelamente a los sentidos estrictamente filosóficos y científicos que a través de la historias se desarrollaron, conviene recordar aquí los diferentes significados que se le otorgan a esa palabra. El término crítica, en sentido más preciso, se utiliza para referirse a la actividad mediante la cual se enjuician los aspectos favorables y desfavorables del asunto o cosa que es objeto de crítica. En este sentido, estamos hablando del juicio que identifica y valora tanto los aspectos esclarecedores, creativos, originales, ingeniosos, refinados o sofisticados, fuertes, profundos, cuanto los aspectos confusos, trillados, torpes, burdos, débiles, frívolos, mediocres, de una obra artística, literaria, científica, técnica o intelectual en general. Así, nos referimos con la palabra crítica a la actividad propia de especialistas en diferentes áreas artísticas o científicas, y decimos por ejemplo “crítica literaria”, “crítica teatral”. En estos casos la crítica hace función de aportar elementos que sirvan para el conocimiento y la superación de lo que es objeto de crítica. En los medios académicos, particularmente donde se cultiva la investigación, suele ejercerse la forma más difundida de crítica; aunque casi siempre se restringen al ámbito metodológico, instrumental y técnico.

4. En sentido simplista se usa la palabra para señalar una conducta indeseable en la que incurren personas que uno desaprueba, “te critico por eso”; o para caracterizar a personas inconformes ante las situaciones, como cuando se dice “soy muy crítico con lo que veo pasar”; otro sentido se asocia al chisme, a la murmuración, “no me critiques detrás de mi espalda”; y otros sentidos corrientes.

5. Dejando de lado estos significados e intentando clarificar su sentido más profundo, podemos considerar la crítica desde el lugar de la metáfora de la vida misma. Desde ahí podemos comprender que la vida misma está llena de paradojas, contradicciones y contingencias que tantas veces nos dejan perplejos. No todo es blanco o negro, bien o mal, correcto o incorrecto, justo o injusto con absoluta nitidez, sino que los matices de gris abundan en las situaciones, eventos y personas. Ante un dilema o una encrucijada a veces tenemos opciones binarias, esto o aquello, y ninguna es la que uno quiere. Hay que ejercer discernimiento “crítico” para atinar la decisión más oportuna o la menos mala. Además, para complicar la vida más de lo que es, los humanos somos propensos al autoengaño, nos mentimos con facilidad, no queremos ver lo que no nos gusta de nosotros, reprimimos y ocultamos a uno mismo las sombras y demonios interiores; no queremos que la mano derecha vea lo que hace la izquierda, estamos psíquicamente fragmentados. La complejidad de vivir aumenta al proyectar el autoengaño afuera de uno, en el bien entrenado talento de engañar y mentir a otros. En este sentido de vivir en complejidad, confusión, incertidumbre y ocultamiento, entiendo la crítica como metáfora del mismo vivir a fin de vernos, cada uno a sí mismo y al mundo, con una actitud cuestionadora y constructiva ante la vida. Desarrollar una actitud crítica es abrirse con honestidad a buscar la verdad. Su cultivo asiduo, en toda la vida, se manifiesta como actitud espontánea que se ejerce en cualquier situación en que surjan las dos preguntas clásicas en epistemología y ética ¿es verdad?, ¿es bueno?

6. El desarrollo de una actitud crítica es una tarea que cada persona debe realizar por sí misma a lo largo de su vida. Es un ejercicio personal que nos convoca a todos y a la sociedad simultáneamente. El ejercicio crítico es personal y colectivo. En las democracias debe ser obligatorio ejercerlo. Sin embargo, las sociedades destinan un lugar simbólico para que se lleven a cabo los aprendizajes de las actitudes y las aptitudes para la crítica. Estos lugares son: las instituciones educativas escolares. No obstante, las instituciones educativas no son ajenas a lo que impera en casi todos los ámbitos de la experiencia humana: formas de pensar y de actuar ligadas a la estupidez y actitudes irreflexivas. Es decir, los propios sistemas educativos poseen rasgos y prácticas cuyas características son contrarias a la crítica. Hay educadores que desean fomentar el pensar crítico en sus estudiantes, y que ellos y ellas mismos carecen de pensar crítico y les sobra su pensar dogmático. El estudiante, en esos ambientes, está muy lejos de constituirse en participante activo en el proceso de elaborar pensamientos, cuyo resultado sería el conocimiento. Carecer de la habilidad del pensar y actitud crítica es ser analfabeto funcional, un resultado típico de las instituciones educativas.

7. A un nivel más hondo, entendemos esa actitud crítica en sentido de todo lo que se juzga o decide. En filosofía, lo que se juzga es el propio juicio. Consiste en someter nuestros conocimientos, nuestros valores, nuestras creencias, al tribunal de la razón. La razón se juzga, pues, a sí misma; lo que hace de la crítica algo necesario (una razón que no se examine no es racional) e interminable (porque circular): no se puede evitar entrar en ella, ni salir de ella. El pensar filosófico es, en sí, crítico.

8. El verbo griego kríno mentaba originalmente una actividad concreta como la de filtrar, harina por ejemplo, de ahí tenemos el término español ‘tamizar’. A partir de ahí tomo el sentido de elegir que es una actividad mental abstracta de decisión, usado en el ámbito jurídico, donde el juez es denominado krités, el agente que aplica un criterio de evaluación, un juicio, de acuerdo con determinadas pautas o reglas. Los romanos usan el término latino iudez, juez, que proviene de ius, derecho. Repasar esas etimologías es instructivo al apreciar los orígenes semánticos de una palabra tan densa.

9. Al origen y significado debería retornar la educación: educar seres reflexivos, que analicen con criterios, juzguen con razones y decidan orientados a la verdad y al bien.

10. Gran tarea educativa en tan sólo una palabra.

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