Universidad de Puerto Rico
Recinto de Río Piedras
Facultad de Educación
Departamento de Fundamentos Educativos
Filosofía de la Educación (EDFU 4019)
Pedro Subirats Camaraza
Conceptos
de Educación II
6. Aseveramos
lo difícil que es conceptuar la educación. Es un fenómeno bastante misterioso a
pesar de practicarse en procesos de socialización
por más de 3 millones de años de evolución homínida y pensarse por más de 2 mil años desde Platón. No obstante la
dificultad de conceptuar el significado de la educación, se trata de uno de
esos lugares comunes en que todos opinan lo que quieran. Se habla mucho de
educación, tanto que parece ya no hay nada más que decir, donde se ha dicho
(casi) todo desde Platón a hoy, y donde a fuerza de tanto repetir lo mismo, las
palabras parecen cansadas, vacías, sin nada dentro; se repiten hasta el
hartazgo, se las vacía de contenido. Huecas quedan las palabras educacionales,
tan huecas que quien tenga algo que decir con seriedad se le dificulta
pronunciarlas, ya no dan ganas de hablar de ellas[1].
En educación son innumerables los discursos para comprenderla, incontables los
esfuerzos para mejorarla y decepcionantes los resultados obtenidos. No
obstante, estamos impelidos a vivir la condición humana y la educación que
humanice. Tres aproximaciones preliminares ayudan a entender la educación: el
diccionario, la etimología y el hecho social. Veamos.
7. El
diccionario ayuda a ver los usos comunes o correctos del lenguaje. Consulto
REA, Anaya, Vox y Espasa, donde definen educación
como sinónimo de crianza, instrucción,
formación, enseñanza, doctrina, sistema, disciplina, acciones; y el quid es
la finalidad de desarrollar capacidades
intelectuales, morales y físicas de la persona para perfeccionarla de acuerdo a
un ideal humano en una sociedad determinada. De esa concepción emerge una
imagen de la educación basada en acciones intencionales, para desarrollar
capacidades, con una visión ideal del ser humano en sociedad. Todas
características necesarias, sin las cuales no hay educación. Que la acción sea
intencional significa que tiende a finalidades[2].
Que desarrolle capacidades significa que el educando posee una potencialidad de
desarrollar algo –enseguida lo
analizamos- Que la acción educativa presuponga un ideal quiere decir que la educación
debe transformar al educando desde una situación o condición insatisfactoria
hacia una condición mejor, superior o preferible; es decir, educar presupone
una transformación en la persona –un antes y después-. Es inevitable que al
educar, en algún sentido, se “manipule”, palabra fuerte que rechazan los que se
adhieren a la educación “liberadora” –paciencia, luego aclaramos-. Además, el
ideal se imagina en un contexto histórico-cultural, puesto que la educación es
un hecho social: se educa desde, en y para una sociedad que se desea construir
y vivir. El diccionario es un paso en comprender la educación, pero es
insuficiente, así que prosigamos con la etimología que desbroza la palabra.
8. La
etimología es un recurso lingüístico que sirve para recuperar la historia de
las palabras y revelarnos sus sentidos originales. Aunque no explica
contenidos, valoraciones o resultados de la educación, la raíz del vocablo
ayuda a comprender sus significados semánticos. Es interesante la historia de
la palabra educación que proviene
fonética y morfológicamente del latín educare,
que tiene el sentido básico originario de ‘criar’, ‘alimentar’, no sólo
niños sino también animales. A partir de allí se desarrolla el sentido
abstracto espiritual e intelectual de ‘formar’, ‘instruir’, ‘conducir’,
‘guiar’, ‘orientar’, términos que señalan acciones para dirigir o encaminar al
humano -en este caso, a niños- hacia un objetivo específico. Educare en la antigua Roma guarda
también un sentido de ‘producir’, especialmente aplicado a la tierra al decir quod terra educat, ‘lo que la tierra
produce’, frase común en pueblos agrícolas del Imperio Romano. Habitualmente se
supone que el vocablo educare proviene
de educere, un compuesto de ex y duco
que significa ‘hacer salir’, ‘tirar hacia fuera’, ‘extraer’, y por
extensión ‘poner en el mundo’, dar a luz’ en el sentido de ‘sacar del vientre
de la madre’. Nótese que el ‘hacer salir’ y el ‘poner en el mundo’ están en
consonancia con los usos de educare
referidos a la producción en la tierra. En lengua latina los dos términos -educare, educere- se sincretizaron en
los hablantes de la época clásica. La fusión de ambos sentidos revela algo
significativo. La educación siempre ha intentado una imbricación complicada de
dos elementos en principio opuestos. Por un lado, educar supone que adultos
intervienen intencionalmente en la vida del niño o joven para que se integre y
adapte a la cultura y sociedad; por otro lado, educar supone que el ser humano
nace con un potencial a desarrollar, literalmente un rollo a desenrollar,
técnicamente lo que significa desa-rrollo;
ese potencial no es dado por la sociedad sino por factores de genética,
naturaleza, destino, dioses, karma, u otra causa previa a la intervención
social –fue un debate del romanticismo naturalista (Rousseau) y el empirismo
(Locke), pero ya bastante superado-.
La educación
como conducción desde afuera y como extraer de adentro, tiene ese
doble aspecto:
a) influencia
condicionante del medio social sobre la persona,
b)
construcción intrínseca de la persona en sus decisiones conscientes y actos
libres.
La influencia
desde el exterior sobre la persona intenta inculcarle pautas y valores de la
sociedad. La formación desde el interior de la persona es su autodeterminación
de acuerdo con patrones decididos por la propia persona. Es inevitable el
conflicto. Sociedad y Persona no son elementos en natural conciliación. La
sociedad conduce al sujeto, ¿hacia dónde, por qué? El potencial humano ¿en qué
consiste, qué es?
9. Básica y
primariamente la educación es un hecho y un proceso social. Su “naturaleza”
está dada por lo social. En cada individuo coexisten dos seres que no se pueden
separar sino por abstracción: el ser personal y el ser social. El primero,
generado por la herencia y configurado por los estados mentales que se ligan a
nosotros mismos y a los acontecimientos de nuestras experiencias personales. El
segundo, es constituido por múltiples ideas, creencias, sentimientos, valores y
hábitos que no manifiesta la individualidad -no se originan en el individuo,
aunque éste los acepte e interiorice-, sino provienen del conjunto humano
cultural al cual pertenecemos o estamos incorporados. La educación es un
subsistema más en el complejo entramado de otros sistemas sociales y factores
culturales en la historia de un pueblo concreto en una época concreta.
El
diccionario, la etimología y el hecho social explican algo del concepto
educación, pero apenas rozan su superficie. Hay más profundidad en las entrañas
educativas. Prosigamos.
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