Monday, May 7, 2012

conceptos de educacion II


Universidad de Puerto Rico
Recinto de Río Piedras
Facultad de Educación
Departamento de Fundamentos Educativos

Filosofía de la Educación (EDFU 4019)     
Pedro Subirats Camaraza

Conceptos de Educación II

6. Aseveramos lo difícil que es conceptuar la educación. Es un fenómeno bastante misterioso a pesar de practicarse en procesos de socialización por más de 3 millones de años de evolución homínida y pensarse por más de 2 mil años desde Platón. No obstante la dificultad de conceptuar el significado de la educación, se trata de uno de esos lugares comunes en que todos opinan lo que quieran. Se habla mucho de educación, tanto que parece ya no hay nada más que decir, donde se ha dicho (casi) todo desde Platón a hoy, y donde a fuerza de tanto repetir lo mismo, las palabras parecen cansadas, vacías, sin nada dentro; se repiten hasta el hartazgo, se las vacía de contenido. Huecas quedan las palabras educacionales, tan huecas que quien tenga algo que decir con seriedad se le dificulta pronunciarlas, ya no dan ganas de hablar de ellas[1]. En educación son innumerables los discursos para comprenderla, incontables los esfuerzos para mejorarla y decepcionantes los resultados obtenidos. No obstante, estamos impelidos a vivir la condición humana y la educación que humanice. Tres aproximaciones preliminares ayudan a entender la educación: el diccionario, la etimología y el hecho social. Veamos.

7. El diccionario ayuda a ver los usos comunes o correctos del lenguaje. Consulto REA, Anaya, Vox y Espasa, donde definen educación como sinónimo de crianza, instrucción, formación, enseñanza, doctrina, sistema, disciplina, acciones; y el quid es la finalidad de desarrollar capacidades intelectuales, morales y físicas de la persona para perfeccionarla de acuerdo a un ideal humano en una sociedad determinada. De esa concepción emerge una imagen de la educación basada en acciones intencionales, para desarrollar capacidades, con una visión ideal del ser humano en sociedad. Todas características necesarias, sin las cuales no hay educación. Que la acción sea intencional significa que tiende a finalidades[2]. Que desarrolle capacidades significa que el educando posee una potencialidad de desarrollar algo –enseguida lo analizamos- Que la acción educativa presuponga un ideal quiere decir que la educación debe transformar al educando desde una situación o condición insatisfactoria hacia una condición mejor, superior o preferible; es decir, educar presupone una transformación en la persona –un antes y después-. Es inevitable que al educar, en algún sentido, se “manipule”, palabra fuerte que rechazan los que se adhieren a la educación “liberadora” –paciencia, luego aclaramos-. Además, el ideal se imagina en un contexto histórico-cultural, puesto que la educación es un hecho social: se educa desde, en y para una sociedad que se desea construir y vivir. El diccionario es un paso en comprender la educación, pero es insuficiente, así que prosigamos con la etimología que desbroza la palabra.

8. La etimología es un recurso lingüístico que sirve para recuperar la historia de las palabras y revelarnos sus sentidos originales. Aunque no explica contenidos, valoraciones o resultados de la educación, la raíz del vocablo ayuda a comprender sus significados semánticos. Es interesante la historia de la palabra educación que proviene fonética y morfológicamente del latín educare, que tiene el sentido básico originario de ‘criar’, ‘alimentar’, no sólo niños sino también animales. A partir de allí se desarrolla el sentido abstracto espiritual e intelectual de ‘formar’, ‘instruir’, ‘conducir’, ‘guiar’, ‘orientar’, términos que señalan acciones para dirigir o encaminar al humano -en este caso, a niños- hacia un objetivo específico. Educare en la antigua Roma guarda también un sentido de ‘producir’, especialmente aplicado a la tierra al decir quod terra educat, ‘lo que la tierra produce’, frase común en pueblos agrícolas del Imperio Romano. Habitualmente se supone que el vocablo educare proviene de educere, un compuesto de ex y duco que significa ‘hacer salir’, ‘tirar hacia fuera’, ‘extraer’, y por extensión ‘poner en el mundo’, dar a luz’ en el sentido de ‘sacar del vientre de la madre’. Nótese que el ‘hacer salir’ y el ‘poner en el mundo’ están en consonancia con los usos de educare referidos a la producción en la tierra. En lengua latina los dos términos -educare, educere- se sincretizaron en los hablantes de la época clásica. La fusión de ambos sentidos revela algo significativo. La educación siempre ha intentado una imbricación complicada de dos elementos en principio opuestos. Por un lado, educar supone que adultos intervienen intencionalmente en la vida del niño o joven para que se integre y adapte a la cultura y sociedad; por otro lado, educar supone que el ser humano nace con un potencial a desarrollar, literalmente un rollo a desenrollar, técnicamente lo que significa desa-rrollo; ese potencial no es dado por la sociedad sino por factores de genética, naturaleza, destino, dioses, karma, u otra causa previa a la intervención social –fue un debate del romanticismo naturalista (Rousseau) y el empirismo (Locke), pero ya bastante superado-.

La educación como conducción desde afuera y como extraer de adentro, tiene ese doble aspecto:

a) influencia condicionante del medio social sobre la persona,
b) construcción intrínseca de la persona en sus decisiones conscientes y actos libres.

La influencia desde el exterior sobre la persona intenta inculcarle pautas y valores de la sociedad. La formación desde el interior de la persona es su autodeterminación de acuerdo con patrones decididos por la propia persona. Es inevitable el conflicto. Sociedad y Persona no son elementos en natural conciliación. La sociedad conduce al sujeto, ¿hacia dónde, por qué? El potencial humano ¿en qué consiste, qué es? 

9. Básica y primariamente la educación es un hecho y un proceso social. Su “naturaleza” está dada por lo social. En cada individuo coexisten dos seres que no se pueden separar sino por abstracción: el ser personal y el ser social. El primero, generado por la herencia y configurado por los estados mentales que se ligan a nosotros mismos y a los acontecimientos de nuestras experiencias personales. El segundo, es constituido por múltiples ideas, creencias, sentimientos, valores y hábitos que no manifiesta la individualidad -no se originan en el individuo, aunque éste los acepte e interiorice-, sino provienen del conjunto humano cultural al cual pertenecemos o estamos incorporados. La educación es un subsistema más en el complejo entramado de otros sistemas sociales y factores culturales en la historia de un pueblo concreto en una época concreta.

El diccionario, la etimología y el hecho social explican algo del concepto educación, pero apenas rozan su superficie. Hay más profundidad en las entrañas educativas. Prosigamos.


[1]  Por ejemplo, un vocablo que por respeto a Aristóteles deberíamos no pronunciar con liviandad es el sustantivo “excelencia” aplicado al otro sustantivo “educación”.   
[2] Ver ensayos Fines de la Educación I-V.

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