Ser
inteligente II
Repasemos el concepto de inteligencia. Es
simple de entender, de recordar y de aplicar. Dice así: ser inteligente es
dirigir la vida aprovechando las experiencias, conocimientos e información para
pensar correctamente y actuar eficazmente; pensar correcta-mente es pensar
orientando a la verdad, la realidad; actuar eficaz-mente es conducir la vida
haciendo el bien; ser inteligente es estar en sintonía con lo verdadero y lo
real. La inteligencia no es exclusiva del humano, también los animales,
particularmente los mamíferos, poseen un nivel de inteligencia según la
evolución de su organismo. Quienes tenemos mascotas vemos su inteligencia en
moverse eficazmente en el hogar relacionándose con personas, juegan, se enoja,
reclaman atención, resuelven obstáculos y con lealtad admirable se apegan al
amo, sufren su ausencia o muerte. La inteligencia radica en el cerebro
(concreto, visible, tangible) y la mente (abstracta, invisible, intangible),
ese gigantesco y misterioso sistema energético compuesto de trillones de
neuronas con trillones de circuitos y redes, de interfaces neurotransmisores
que recogen, almacenan y procesan incontables bits de estímulos, percepciones, información, para convertirlos en
conocimientos de la vida. Inmenso y misterioso poder que viene evolucionando
por más de 300 millones de años cuya función es dirigir la vida a base de pensamientos que crean la realidad.
En las más finas tradiciones del
pensamiento filosófico y espiritual de Oriente y Occidente, se identifican dos mentalidades
con sus respectivos modos de pensar: ego y espíritu. El ego es la fuente del
sufrimiento. El espíritu es la fuente de la felicidad. La inteligencia
distingue qué voz dirige la vida: el ego o el espíritu, cada una con efectos
opuestos. El sufrimiento en el mundo es la consecuencia de la mente pensando a
través del ego. La bondad y la paz es efecto de la mente que piensa desde el espíritu.
Aristóteles y otros grandes pensadores afirmaron que el fin de la vida humana
es la felicidad. Consecuentemente, la mente inteligente unida al espíritu se
enfoca en dirigir la vida para ser felices, vivir en la verdad y en la paz.
La mente guiada por la voz del espíritu
funciona en su mejor y superior capacidad creativa. La mente controlada por la
voz del ego funciona en su peor capacidad destructiva. Es la inteligencia
fracasada de la estupidez, la crueldad, la malevolencia, el rencor, la
venganza, el odio, y desamor.
Se necesita una nueva educación que forme
mentalidades inteligentes y bondadosas. Podemos ahondar los fines de la
inteligencia en tres dimensiones: privado, público y comunitario.
·
El
fin privado de la inteligencia es el bien personal enfocado en ser feliz.
·
El
fin público de la inteligencia es el bien común enfocado en la justicia y los
derechos.
·
El
fin comunitario de la inteligencia es el bien fraternal en solidaridad y amor.
La tríada del bien-estar: en lo personal,
ser feliz, en lo público convivir en paz; en lo comunitario, el amor recíproco.
Es la grandeza humana: ser feliz conviviendo en paz amándose todos.
Otra vez, recordemos algunos rasgos de la
inteligencia.
Vivir
con propósitos.
Ver las
opciones.
Decidir
la mejor, porque se es libre.
Aprovechar
todas las situaciones para aprender la lección necesaria.
Resolver
problemas con efectividad.
Observar
con honestidad y serenidad el camino de la propia vida.
Flexibilidad
para adaptarse, cambiar, hacer ajustes según la situación lo requiera.
Discernir
quién manda en la propia mente: ego o Espíritu.
Decidir
la sabiduría del Espíritu en ser guiado.
Discernir y decidir: son poderes
esenciales de la mente inteligente. Específicamente, la mente inteligente
DISCIERNE entre estas dos opciones y DECIDE SABIA-MENTE:
Lo Real
de lo ilusorio Lo
que Une a lo que divide
Lo Verdadero
de lo falso La
Compasión de la crueldad
Lo
Necesario de lo superfluo La
Tolerancia del dogmatismo
Lo
Bueno de lo malo La
Armonía del conflicto
Lo Útil
de lo inútil Lo
Profundo de lo superficial
Lo
Incluyente de lo excluyente Lo
Positivo de lo negativo
La
Generosidad de la avaricia La
Honestidad de la mentira
La Luz
de la sombra La
Confianza de la desconfianza
El
optimismo del pesimismo El
Amor del odio
La inteligencia suprema del ser humano se
llama sabiduría. La sabiduría se manifiesta en actitudes de alegría, bondad,
generosidad, perdón, expresiones inconfundibles de la felicidad. Si sabemos
educar esa inteligencia sabia del espíritu, viviremos un mundo mejor. Ojalá
los sistemas educativos emprendan esa educación sabia y bienhechora.
Pedro
Subirats Camaraza
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