Tuesday, January 8, 2013

La inteligencia fracasada


La inteligencia fracasada

Es una desgracia para la humanidad la cantidad de personas cuya inteligencia ha fracasado. Seres humanos que producen malestar, injusticia, corrupción, mentiras, fraudes, odios, sufrimientos de todo tipo. Son una calamidad al género humano. En nuestra evolución a modos superiores de existir y convivir, estas personas cuya inteligencia ha fracasado, son una calamidad pues detienen, dificultan, obstaculizan, la evolución humana. ¿Cómo los identificamos?

Abre el periódico, prende radio o tv con noticias del día, sal a la calle, al tapón, al trabajo, escuela, vecindario, al mundo poblado de gente jodiendo con sus estupideces y maldades. Tan pronto uno se entera que un imbécil salvaje mete a un recién nacido en una nevera o un micro onda, en ese momento de indignación, uno se percata que la maldad y la estupidez reinan en este infierno llamado mundo. Es una desgracia para la humanidad la cantidad de seres salvajes que pueblan las calles. ¡Qué lamentable ver que ese mundo lo estamos dejando de herencia a hijos, nietos y futuras generaciones. Lo vemos en todos los sistemas e instituciones de la sociedad: en sistemas educativos ineficientes y disfuncionales, en sistemas políticos corruptos, en sistemas económicos que producen más pobreza e injustica, en las organizaciones religiosas con hipocresía, intolerancia, egoísmo, vanidad… etcétera. Ningún sistema de la sociedad es inmune a los estragos de la falta de inteligencia, esto es, de la estupidez colectiva.

Hay dos infinitos en el Universo: la Misericordia Divina y la estupidez humana. La última se infiltra y envenena todas las organizaciones: en los procesos, en las normas, en la estructura, en el funcionamiento y operación, en la jefatura, en la base, en los servicios y productos, en los recursos, en los sistemas, en absolutamente todo lo que hace un humano imbécil y estúpido en cualquier organización. ¿Cómo actúan? Cada vez que: 

Emprenden metas disparatadas, erróneas o equivocadas.
Empecinan tercamente en aplicar medios ineficaces, improductivos o inútiles.
Aferran a ideas y creencias falsas y erróneas a pesar de evidencias en contra.
Apoyan prejuicios o supuestos no examinados.
Repiten tercamente hábitos que han demostrado ser contraproducentes.
Niegan o resisten cambiar, hacer ajustes, adaptarse a lo que conviene, hace bien.
Distorsionan hechos, manipulan evidencias, falsean información.
No ven ni aceptan la realidad tal cual es.
Desaprovechan oportunidades.
Aplican “soluciones” a “problemas” que no lo son.
No distinguen causa de efecto.
Juzgan, culpan y condenan a otros por sus propios errores que no ven.
Indiferentes e insensibles al sufrimiento ajeno.

Esos fracasos de inteligencia se proyectan en modos de pensar que se llaman:

Dogmatismo                          Fundamentalismo                     Fanatismo
Intolerancia                            Prejuicios                                       Supersticiones
Infantilismo                            Pesimismo                                    Negativismo
Cinismo                                    Apatía                                              Confusión
Adicción                                   Desenfoque                                   Negación
Resistencia                             Negar la negación                      Negar la resistencia
Mentalidades del ego. Podemos conversar cada una, o las que prefieras.

Cuando el ego controla la mente, la persona adopta una personalidad que refleja el modo de pensar del ego:

Criticón                      Chismoso                                       Pedante
Trepador                   Sabelotodo                                    Soberbio
Perfeccionista        Autoritario                                    Discutidor
Insultador                 Burlón                                              Hipócrita         
Traicionero              Envidioso                                      Vengativo
Rencoroso                Violento                                          Insensible
Indiferente                              Insidioso                                        Intrigante

Personalidades del ego. Podemos conversar las que prefieras.

Andemos atentos. Es fácil detectar y observar estas características en los demás. Lo difícil es darse cuenta que también están dentro de uno, quizá en modos sutiles o leves, porque lo tenemos controlado. O reprimido. Y no somos conscientes que el ego está en todos, en unos más y en otros menos, en unos muy intenso y en otros más oculto. Pero ahí está en nuestra mente, esperando y acechando salir a joder a los demás. Eso se llama proyección, tema que tratamos en otro artículo, pero lo recordamos otra vez: yo veo afuera lo que está dentro de mí. Mis pensamientos los proyecto al mundo. Es un fenómeno inconsciente. Por eso Jesús, ese gran maestro de la espiritualidad, aconsejaba el mandamiento más revolucionario de todos los tiempos: ama al prójimo como a ti mismo. Y dijo algo más radical: ama al enemigo.

De más está decir, que han pasado dos mil y pico de años y la humanidad aún no entiende a Jesús. Y si lo entiende, es en palabras, un acto intelectual, abstracto, artificial, que no se vive en la experiencia cotidiana. Es decir: entendemos las palabras, pero no sabemos vivirlas.


Pedro Subirats Camaraza

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