Pedro Subirats Camaraza - Blog
Sunday, June 10, 2018
Saturday, January 14, 2017
Apuntes sobre una educación auténtica
Educación sin un único
lenguaje privilegiado, sin una voz en monólogo que colonice a las demás voces.
Habitamos un mundo configurado lingüísticamente, no hay lenguaje con clave
definitiva para decir lo que el mundo es y debería ser. Somos múltiples voces. Los
lenguajes son plurales y ambiguos, los seres humanos han de comprender que no
hay una única verdad, un único sentido, única realidad, sino el sentido, la
verdad, la realidad, son finitos, relativos a los múltiples contextos históricos
en que se manifiesta.
Educación sin esencias fijas.
Educación sin palabra inicial ni final. Habitantes de un momento, un instante
que no hemos necesariamente elegido, nos sabemos contingentes, sabemos que somos,
pero podríamos no ser, somos de tal manera, pero podríamos ser de otra, en la
libertad de decidir. Es que habitamos un mundo incierto, impredecible,
inconstante, heraclitiano, cambiante.
Educación escéptica, pero
no en sentido habitual de quienes dicen no saber nada, sino de los que no saben
nada absolutamente, al margen de la
relación y el contexto. Educación que dice adiós a dogmas absolutos, doctrinas
petrificadas, ideologías expiradas, pero no significa educación sin supuestos,
sin valores, sin un modo de qué y cómo pensar; siempre nos sostienen y guían
creencias, ideas, alguna fe, aunque provisoriamente a pasar el crisol de la experiencia reflexiva que decida cómo y
por qué vivir.
Educación subversiva que
cuestiona todo orden institucional creído incuestionable. Es innegable que las
instituciones ponen en marcha mecanismos sociales, psicológicos, legales y
morales para el control del discurso y regimentación de prácticas. Una educación
auténtica cuestiona radicalmente esos mecanismos, no en función de una utopía
metafísica política o antropológica. La subversión es tal porque sabemos todo
orden institucional es el primer paso del poder que tiende al autoritarismo. Las
instituciones sociales que pretenden educar tienen fuertes ordenamientos anti-educativos,
en las maneras de estandarizar al sujeto mediante exámenes arbitrarios que
clasifican tipologías falsas e inhumanas, surgidas de siglos pasados en modelos
clínicos de patologías psicológicas/pedagógicas.
Educación sin pretensión
de neutralidad, imparcialidad, objetividad. Posicionamientos epistémicos,
éticos, estéticos, políticos en educación no renuncian a una aspiración del
bien común universal, especialmente en ética, pero sabemos no es posible
ninguna afirmación de universalidad al margen de lo particular. De ahí que la práctica
educativa atiende lo insustituible, lo singular, lo concreto, lo espontáneo, la
creatividad del instante, del sujeto en busca de autenticidad, un sujeto cuya
educación es por necesidad idiosincrática.
Educación sensible al otro, la palabra del otro, su
presencia. Educación atenta y cuidadosa al dolor, al sufrimiento, a nuestra fragilidad,
somos vulnerables, nos necesitamos en compasión y cuidado.
Educación sin centros de
comando externos, lejos de la práctica educativa para asegurar su poderío de
mando, puesto jerárquico, inmunidad. La educación no es acción bélica,
educadores-educandos no se sitúan en pelea en línea de batalla, no son soldados
de fila que requieren generales dirigiendo las operaciones en larga distancia,
porque asumen saben más o son mejores u otro privilegio.
Educación en que quienes
enseñan aprenden y quienes aprenden enseñan. Roles educador-educando se
intercambian. Los mejores momentos hacen a educadores innecesarios.
Educación en rostros presentes
que se miran y conversan en un clima de calidez emocional. Le emocionalidad es
central en la educación, en otras palabras, el sentimiento de estar con otros,
junto a otros, en experiencia de común-unidad en las diferencias y semejanzas.
Educación como experiencia presencial, a darse permiso libre para dar la mano,
saludar, dar abrazo, sentir que nos acogemos en un tiempo y un espacio de
aprender a ser humanos. Dudamos que esa educación pueda acontecer en líneas
tecnológicas, sobre todo durante la infancia, niñez, adolescencia, que se necesita
el calor de la comunidad presente sin la que no hay auténtico sentimiento
sustentando aprender a ser humanos. No se malinterprete esto como reacción
retrógrada a las innovaciones en ciencia y tecnología. Eso es estúpido. Las tecnologías
de diversa índole son útiles en la didáctica de la enseñanza, dependiendo del
conocimiento y la habilidad que se desee enseñar. Por supuesto que eso no se
objeta. Pero las tecnologías son medios de transmisión de data, no fines de
educación. Data transmitida en líneas no constituye en sí conocimiento. Es el
sujeto quien interiormente -pensamiento, volición, sentimiento- experimenta el proceso
interior de conocer, en el contexto de su vida, necesidades e intereses. Nada
de eso es transmisible tecnológicamente, al menos en este tiempo sin
humanoides-cyborgs.
Educación convencida de
que el sentido de la vida nunca se descubre desde un sentido pre-hecho de
antemano, sino que se inventa en cada momento. En un mundo plural en que
totalitarismos han de desaparecer para sobrevivir la especie humana, no podemos
educar con absolutos sin respetar libertades y diferencias. El sentido no se
des-cubre, no se quita el velo que cubre un absoluto que no se ve por oculto,
disimulado o disfrazado. El sentido se inventa o reinventa, porque siempre
surgen instantes, sucesos o acontecimientos que sorprenden y nos piden
responder con la imaginación del presente, no del ayer ni del mañana.
Educación no es
formación. Es transformación, o mejor, metamorfosis. La formación busca formar,
y formar presupone forma previa a la que se ha de moldear, troquelar al sujeto
inerte, in-formado, sin sustancia propia. Toda formación depende de un
arquetipo ideal, es decir, la forma, a la que se ha de encajar, encajonar,
ensamblar al sujeto humano. Ahí se establecen estándares en acreditación para examinar
a todos por igual, en la misma línea de manufactura industrial de fábricas de
la Revolución Industrial; insumo materia prima (humano), procesa en ingeniería
del sistema (currículo), se obtiene producto final (perfiles del “educado”), que
representan mercancía a circular en mercados de oferta y demanda; acreditan
grados por créditos/hora, asignaturas que se fragmentan como piezas separadas
del conocimiento; devienen en diplomas, títulos, etcétera. Eso es sólo instrucción
para aprendizajes en conocimientos, destrezas, habilidades, comportamientos, es
importante. Pero no es educación.
Educación en transformarse,
quien se transforma sabe es incierto su devenir en el tiempo, ha de crear. La
realidad está a medio hacer, en espera de que hagamos algo con ella. Educación
auténtica en la praxis, la metamorfosis, la metanoia, el despertar, la liberación,
la salvación, hay mil maneras de decirlo en el lenguaje preferido, educere, salir de la caverna, soltar las
cadenas, voltear la mirada al sol, volver en si en la consciencia del hijo
pródigo, la luz del ser que ama y es amado.
Por ahí nos parecen los
caminos de la educación auténtica.
Thursday, January 12, 2017
Acabando etapas de nuestra vida
Todo pasa. Acepta esa verdad. Siempre es preciso saber cuándo se acaba
una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo
necesario, pierdes la serenidad del ahora y la fuerza de renovarte. Acabar
etapas, cerrar círculos, cerrar puertas, terminar capítulos, pasar la página,
poner punto final, hay muchas maneras de decirlo: lo importante es cerrar el
pasado, acabar ese resentimiento, sanar esa culpa, que estorba tu paz. Deja ir
esos momentos que se te van clausurando, que pasaron, se fueron, quedaron
atrás, no son parte de tu presente, no son tu realidad actual, no son tu verdad,
no existen ahora.
¿Terminó tu trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vives más en esa
casa? ¿Debes irte a otro lugar? ¿La amistad se acabó? ¿Tu marido no te ama? ¿Tu
esposa se fue con otro? ¿Te traicionó quien menos imaginabas? ¿Creíste te amaba
y al final sólo eras “una más”? ¿Te sorprende, acaso no lo intuías? ¿Llegó la
muerte al ser amado? ¿Crees injusto e inmerecido lo que te pasó? ¿Por qué te
entregas con tanta sinceridad, para terminar con tanta mentira? Si sigues con esos
resentimientos, remordimientos, rencores, frustraciones, malgastas tu precioso
presente rumiando innumerables porqués, repitiendo la escena de lamentar lo que
pudiste hacer pero no hiciste, lo que pudo ocurrir y no ocurrió. Deja el melodrama
trágico, suelta esa narración en tu memoria. Ese desgaste de energía no termina
si sigues echando leña a la hoguera de recuerdos. Apágala ya. Recuerda que estamos
abocados a cerrar capítulos, a terminar etapas, a clausurar momentos, a pasar
la página, a dar por terminado, a poner punto final. Todo pasa. Acepta esa
verdad. Con serenidad. Vive tu presente. En paz.
No puedes vivir el presente resintiendo del pasado, maldiciendo lo que
ocurrió, ni preguntándote por qué Dios mío, por qué a mí, por qué si yo fui
sincera, si di lo mejor de mí, por qué sufrir. A lo sucedido, dale punto final.
Suelta esa página, pásala. Baja el telón. Hay que soltar. Despréndete. Esa escena
de tu drama ya se acabó. Telón bajado. No podemos permanecer como niños eternos,
ni adultos infantiles, ni empleados de empresa inexistente, ni aferrarnos si él
o ella no quiere estar vinculado, ni vivir de apariencias irreales, de
máscaras. Las cosas pasan, déjalas pasar. Suelta. Por eso a veces es tan
importante destruir recuerdos físicos, cambiar de casa, irnos del lugar, quemar
papeles, eliminar fotos, borrar textos, regalar ropas y prendas, no ver a esa
persona, tomar distancia, ir de vacaciones, cambiar peinado, relajar nervios,
andar descalzos en la tierra, hacer ritos simbólicos de echar apegos y
recuerdos a la mar, y más cambios externos que simbolizan procesos internos de
liberación. Suelta, despréndete, usa tu libertad de decidir, tu voluntad de
actuar, tu coraje de revivir y recrearte. En la vida no juegues con las cartas
marcadas, tienes que aceptar lo imprevisible, lo que no controlas, y es mucho
lo que no puedes controlar, aunque quieras. Hay que dejar ir, pasar la página, empezar
de nuevo. El pasado pasó. Suéltalo. Déjalo ir. Sólo vives el presente, ahora, sin
pasado de resentimientos ni presentes de culpa ni futuros de miedos. Ahora
estás en paz. Ahora no pasa nada. Tu serenidad es un presente libre.
No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes
que alguna vez se den cuenta de quién eres en verdad. No vivas con expectativas
queriendo controlar a los demás para que se molden a lo que tú crees deben ser.
Deja la obsesión de cambiar y controlar a los demás.
Suelta esa amargura, sana esa memoria, deja ir ese recuerdo obsesivo, apaga
ese programa mental que repite constantemente las mismas escenas y los mismos
recuerdos, que ya no existen, dejaron de ser, ya pasaron, no existen ahora. Lo
único que consigues es envenenar tu vida de recuerdos inexistentes, de lágrimas
inútiles, de depresiones innecesarias, de tristezas sinsentido.
Camina hacia delante. ¿Qué ganas con caminar mirando atrás con el
espejo retrovisor? Proyéctate a la persona que puedes ser, que quieres ser, que
ansías ser, que debes ser. Que en verdad eres. Si andas por la vida dejando
"puertas abiertas", por si acaso, fantaseando a que el pasado vuelva
de manera diferente, no podrás desprenderte de ese pasado que te aprisiona. Noviazgos
acabados, amistades frustradas, matrimonios terminados, relaciones que no
clausuran, posibilidades de "regresar" (¿a qué?), necesidad de
aclaraciones, palabras que no se dijeron, expectativas que empeoraron la
situación. Enfrentarte ¿a qué? Luchar ¿para qué? Vuela libre. Salta por encima
de esas luchas y enfrentamientos que no sirven de nada a tu vida. Cierra el capítulo,
pasa la página, termina ese drama, acaba esa escena, baja el telón. Comienza de
nuevo. El futuro lo creas ahora. Empiezas con tu página en blanco. ¿Para qué
dañarla con los borrones de ayer?
Dite a ti misma que no, definitivamente no, no vuelves al pasado, a esa persona, a esa situación, a ese recuerdo, a ese lugar, a esa tristeza, a ese dolor, a ese llanto inútil. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque tu ya no encajas allí, en ese lugar, en esa persona, en esa habitación, en esa casa, en ese trabajo, en ese pasado. Tú no eres la misma que se fue, hace dos días, tres meses, hace años, por tanto, no hay nada a que volver. Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo. Ni tu serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida todo fluye, nada es estático, todo pasa. Vives fluyendo por encima de las cosas. Te amas, te cuidas y te quieres. Si te amas sabrás desprenderte de lo que ya no es tu vida, y acaso ni siquiera fue. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, ni un objeto, ni un recuerdo, absolutamente nada es vital para vivir porque cuando viniste al mundo llegaste desnuda sin ese adhesivo. Sólo te acostumbraste a vivir pegado a él o ella o de cualquier apego innecesario. Ahora disponte a aprender a vivir sin él o ella, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Puedes aprender a hacerlo, haciéndolo. Aprendes a soltar soltando, a
dejar dejando, a cerrar cerrando, a terminar terminando, a liberar liberándote.
Lo puedes lograr, lo vas a lograr, lo logras por el poder espiritual de tu
mente libre que decide. Sólo es costumbre, apego, adhesión, manía, neurosis. Pero
en verdad no necesitas para nada eso que crees te esclaviza, son cadenas
ilusorias. Así que decide ahora mismo, no luego ni mañana, sino ahora en este
instante, actúa para cerrar, clausurar, limpiar, abandonar, retirar, tirar,
botar, desprender, soltar esa carga que te pesa, no te deja avanzar hacia
delante, te impide ver opciones. Escoge
tu palabra preferida que te atraiga: cerrar, soltar, liberar, clausurar,
terminar, acabar, sanar, cualquiera te ayudará definitivamente a caminar hacia
delante, en paz. Confía en tu poder de tomar decisiones, en tu libertad de
actuar, en tu inteligencia para saber lo que más te conviene. Confía en Dios o
el Ser que desees imaginar. Ten fe. Basta muy poca, sólo un granito. Confía en
tu corazón, tu intuición, tu corazonada, la voz de sabiduría que aprendió a
escuchar el Principito.
Un valle de lágrimas, dicen es el mundo. Vivir duele, a veces. Pero no seas
melodramática. Si tienes la fortuna de comer dos veces hoy, dormir bajo un
techo, tener ropa que ponerte, eres privilegiado del mundo. Deja esa amargura
que detiene tu vida, suelta esa depresión que te entristece. Recupera la
alegría de hacer el bien a los demás, la satisfacción de hacer algo bueno por
el mundo, la ilusión de ayudar a otra persona que sufre. Mucha gente sufre de
soledad, viven en abandono. Ora por ellos. Si puedes, ayuda a aliviar el
sufrimiento. La generosidad es un poder sanador. Amar es la auténtica
felicidad. Ama tu vida, si no te amas ¿cómo vas a ser feliz? Y si no tienes
alegría en tu alma ¿cómo harás feliz a otros?
Ahora empieza la nueva página de tu vida, está en blanco, a recrear de
nuevo. Date permiso a ser feliz, en paz contigo. Todo pasa. Ya ves, esta
lectura ya pasó, hace un rato empezaste a leer. Todo se acaba. Todo está bien. Todo
tiene un propósito: cada situación es una oportunidad de aprender. Y seguir
adelante. Con una sonrisa.
Inteligencia Bondadosa
En general, la
mayoría de nosotros quisiéramos ser inteligentes y además parecerlo a los
demás. Es patético otros piensen soy tonto, pero si lo soy sin darme cuenta
¡qué tontería! ¿Inteligente? Lo aclara la etimología. El vocablo inteligencia procede
de los vocablos latinos intus y legere que significan “leer adentro”; intelligens, el “que entiende”; legere, saber leer.
La inteligencia es la más grande
alfabetización en saber leer y escribir. Es leerse por dentro. ¿Dentro de qué?
De la propia vida, de los demás, del entorno. Cada persona es su propio texto,
libro abierto para sí, a escribir, a borrar, a editar, a reescribir de nuevo.
¿Para qué? Para entenderse, entender la vida, para leer los acontecimientos que
vive con serenidad emocional, lucidez mental, aplomo de carácter, equilibrio en
sopesar decisiones y acciones. En otras palabras, para vivir con sabiduría.
Pero la inteligencia sola no basta. Necesita algo más, enseguida lo vemos.
La persona inteligente posee estas características,
entre otras:
Saber observar sus
pensamientos, sentimientos y acciones
Cultiva sus buenas cualidades
Reconoce y corrige
sus defectos lo mejor posible
Vive con un propósito,
da sentido a su vida a pesar de los sinsentidos de vivir
Suelta el pasado,
deja atrás anclas que detienen y ataduras que esclavizan
Es responsable de
sí, no culpa a los demás ni a la circunstancia
Ve qué opciones tiene,
elige la más adecuada, que hace bien -o menos daño-
Anticipa
consecuencias de decisiones con olfato precavido, ve banderillas rojas
Observa los
resultados de sus acciones, hace ajustes y adaptaciones oportunas
Aprovecha toda
situación para aprender alguna lección, la que convenía aprender
Cambia su manera de
pensar y actuar si ve razones, motivos, evidencias para hacerlo
Sabe adoptar la actitud
de espectador impersonal en los dramas de la vida
Disfruta la
aventura de vivir
La persona
inteligente navega con dos brújulas: sentido común y sentido de humor. Este
mundo es un mar tormentoso, caótico, impredecible, a veces nos hundimos o
naufragamos; eso no importa a quien vive con sabiduría de sentido común y
humor; se nada por la vida sin dramatismos, sin quejas, sin lamentos, muchas
cosas están fuera de nuestro control, ¿por qué culparse? Hay que flotar, fluir,
nadar, sin miedos. Cuando las cosas se ponen peor, la inteligencia sonríe.
La persona
inteligente conoce y usa su poder mental: libertad,
decisión y responsabilidad. La
inteligencia imagina nuevas posibilidades, la realidad no es final ni acabada,
está en espera de hacer algo nuevo o mejor, para crear realidad de lo que no
existe, pero está en potencia esperando ser creada por la inteligencia. Somos libres de tomar decisiones en las que nos hacemos responsables.
La inteligencia es visión mental en cinco coordenadas: largo alcance, amplitud, profundidad, altura,
unidad. Largo alcance, ver más
allá del corto plazo, con mirada del horizonte posible. Amplitud, ver con mirada ensanchada, sin estrechez, se abre un amplio
perímetro para ver múltiples perspectivas. Profundidad,
ver con hondura, debajo de las superficies, buceando el fondo. Altura, ver con serenidad todo
acontecimiento desde la cima, la montaña mental desde la cual vemos con desprendimiento,
desapego, distancia, perspectiva. Unidad,
ver que todo está conectado, cada parte existe en el todo, la vida es una
interrelación.
¿Para qué ser inteligentes? Para tres fines: personal, público
y comunitario. El fin personal es ser feliz. El fin público es el bien común. El
fin comunitario la hermandad, la amistad.
Dijimos que la inteligencia sola no basta, es insuficiente
para la felicidad, el bien y el amor. Necesita la bondad del corazón.
Sin bondad, la persona inteligente puede ser peligrosa, viciosa, vil, manipuladora,
embustera, hipócrita, deshonesta, corrupta, malévola.
Corazón bondadoso con inteligencia responsable es la
alta cima de la evolución humana. La bondad corona la inteligencia.
Inteligencia sin bondad es fracaso de la inteligencia.
Se llama estupidez, la perversión y la corrupción de la inteligencia. Las
personas estúpidas:
Emprenden metas disparatadas y equivocadas que perjudican a
otros y a sí mismos
Empecinan tercamente en aplicar medios ineficaces,
improductivos, inútiles
Repiten tercamente hábitos que demuestran ser contrarios a su
bienestar
Aferran a ideas, creencias y prejuicios falsos a pesar de
razones y evidencias en contra
Niegan que andan equivocados, no aceptan sus errores, se
resisten a mejorar
Distorsionan hechos, manipulan evidencias, falsean información
Desaprovechan oportunidades para mejorar que tienen ante las
narices
Juzgan, culpan y condenan a otros, por sus propios errores proyectados
afuera
Indiferentes e insensibles al sufrimiento ajeno
Provocan males e injusticias a los demás quizá con “buenas
intenciones”
Se esclavizan por venganza, rencores, resentimientos, en
ocasiones odio y violencia
Dogmáticos y fundamentalistas creyendo poseen la única e
inalterable verdad
Fanáticos queriendo imponer sus creencias a los demás como
mesías
Soberbios, vanidosos y pedantes creyéndose superiores a los
demás
Hipócritas, embusteros, intrigantes, chismosos, mentirosos y
manipuladores
Adictos al poder y seducidos por la adulación
Atentos al virus de la estupidez, se reproduce, se oculta, se reprime,
se proyecta al mundo. El ego hace triple negación: niega que lo oculta; niega que
lo reprime; y niega que lo niega. Freud y Jung, genios de psicoterapia, dicen
lo mismo: veo afuera lo que proyecta mi mente. El pensamiento proyecta, entonces
percibe afuera lo que proyecta del pensamiento. Pensar. Proyectar. Percibir. Hago a los demás lo que hago conmigo. ¿Antídoto?
La mente inteligente guiada por el corazón bondadoso. Y
sonreír.
Inteligencia flexible
Una característica notable
de la inteligencia es ser flexible. La mente
flexible es un estilo de vivir, una habilidad de guiar el rumbo y el destino
de nuestras vidas, ver si es adecuado, y si no nos conviene ni beneficia, rectificar
y cambiar viendo otra mejor opción. Flexibilidad de fluir en el Tao (hace bien
meditar esa formidable lectura del Tao Te King).
A veces las
circunstancias en que estamos son estresadas por las clásicas cuatro P’s:
Prisa. Presión. Problemas. Preocupaciones.
Esas tensiones
dificultan pensar, entorpecen la visión clara y correcta de las situaciones. La
mayor parte de las circunstancias no están bajo nuestro control. Otras sí lo
están. Hay que saber discernir.
El poder que
tenemos en toda circunstancia es la mente flexible con amplio perímetro de
perspectivas y posibilidades. Mente flexible, abierta, adaptativa, con más
capacidad de ver situación, imaginar opciones, tomar decisiones, actuar con
inteligencia (sin estupidez) y navegar por la vida fluyendo serenamente, a
pesar de las jodiendas del medio ambiente.
Al contrario, la mente
rígida, inflexible, típica del estúpido y mediocre, es propensa a sufrir todo
tipo de trastornos psíquicos, y peor, afectará mal a los demás y al entorno. En
palabras más claras, la persona jodida consigo sale al mundo a joder a otros. Es
una ley invariable de la estupidez colectiva en la historia de la humanidad.
¿Quién no ha
sufrido los embates de la estupidez recalcitrante de quienes por su rigidez
mental se nos quieren imponer con sus ideas estúpidas? ¿O que no cambian puntos
de vista demostrados inútiles, falsos, obsoletos, peligrosos? ¿O que cometen
errores habituales con olímpica torpeza?
Dogmáticos, fanáticos,
fundamentalista, proyectando sus tonterías, en especial si se trata de moral,
sexualidad, política, religión, esas áreas de la vida en que se invierten
creencias fuertes, cargadas de emoción incontrolable por la inteligencia.
Por fortuna la
mente flexible fortalece sentimientos de sana autoestima, facilita mejores
relaciones interpersonales, nos acerca a una vida tranquila, serena, en paz, feliz.
La persona de mente
flexible no teme la incertidumbre de lo desconocido, o lo nuevo, o lo
diferente. Una existencia sin riesgos, anclada en las rutinas y en lo predecible,
empobrece la aventura de vivir, es un existir marchitado en sus posibilidades
de evolución.
Insisto: mentes
cerradas son un problema para sí mismas, un agobio a los demás y una tragedia
para sociedades que viven. Impiden el progreso histórico, retardan la evolución
de la consciencia humana, dificultan cambios necesarios -aunque dolorosos en
ocasiones- para poder mejorar.
Mentes inflexibles,
cerradas, dogmáticas, son un infierno al mundo.
Las mentes
flexibles muestran, entre otras, estas características:
No temen discrepancias,
pueden conversar temas difíciles con serenidad
Son capaces de
dudar y cuestionar sus propias ideas y creencias
Con naturalidad y
sentido de humor aceptan las críticas y evitan caer en justificaciones
Con apertura y sentido
de humor cambian puntos de vista cuando la situación lo amerita
No necesitan
solemnidades ni formalismos acartonados para ponderar o exponer sus ideas
No se inclinan ante
las normas tradicionales si la ven absurdas, ridículas, obsoletas
Son inconformistas
por naturaleza
Son transgresoras
de la tradición cuando ésta ya impide el avance
Se oponen a toda
forma de prejuicios, injusticias, discriminaciones, violación a la dignidad
Tienden a dar
perspectivas amplias, esperanzadoras y optimistas
No son superficiales
ni simplistas en sus análisis, apreciaciones, juicios sobre las cosas
Su manera de pensar
es profunda, honda, abarcadora
Su manera de pensar
acepta la complejidad, sin ser complicada
Rechazan los
autoritarismos y totalitarismos, individuales y sociales
Defienden el
pluralismo, las voces múltiples
Distinguen del
pluralismo y la multiplicidad, las voces inteligentes de las torpes, necias
Personas con mente
flexible no son un dechado de virtudes, no son paradigmas de santidad ni se
erigen en modelos admirables, ni nada por el estilo. Simplemente buscan
liberarse de las tonterías del mundo, las necedades en que vivimos, las
mentiras e hipocresías.
Su fuerza radica en
inventarse a sí mismo y fluir con los eventos sin lastimar ni lastimarse.
Su razón no se
petrifica, es “razón que siendo razonable” refrenda en la vida buena.
No es veleta
sometida a embates del viento que se mueve sin un norte, sino embarcación con
motor propio, con timonel propio, que resuelve cambiar de ruta si era
equivocada o de destino si éste no satisface ni da contentamiento.
Evita ese cóctel
retardatario: negativismo, pesimismo, dogmatismo y oscurantismo.
Disfruta el buen
vino de tu inteligencia, abierta, flexible, y recuerda, bondadosa.
Saturday, December 31, 2016
Sobre teoría y práctica
1. Dos palabras en ciencias, conocimientos,
profesiones, trabajos, en la vida cotidiana: teoría y práctica. Nada fácil ver
diferencias ni integraciones, exceptuando en las ciencias naturales que
estudian cuestiones abstractas, que especulan, que analizan objetos en la
materia o en la naturaleza. Por ejemplo, matemática, tiene un aspecto teórico
fácil de discernir, y un aspecto práctico también fácil de identificar: lado
teórico derivado de lógica, axiomas, la teoría no conlleva práctica directa; y
lado práctico, en finanzas, economía, negocios, estadísticas, etc., en que cuantificar
importa al establecer consecuencias prácticas. Pero cuando se busca la
comprensión del ser humano en el conocimiento de sí, en las relaciones
intersubjetivas con otros, en vida sociocultural, la diferencia entre teoría y
práctica es difusa. Porque el ser humano es el mismo sujeto que estudia al ser
humano, no es un objeto externo, es decir, el sujeto que estudia es él o ella
el sujeto estudiado. Diferente a química, física, geología, astronomía, en que
el sujeto humano estudia objetos no humanos. Es muy difícil, acaso imposible,
en nuestras vidas, saber cuándo teoría y práctica se separan o se integran o se
convierten en un mismo proceso. Somos seres complicados.
2. Pensar, sentir, imaginar,
interpretar, decidir, actuar, querer, desear, sufrir, meditar, contemplar, amar,
¿dónde las fronteras o diferencias en esas notas existenciales?, ¿cuándo y cómo
es teoría y práctica?, ¿hay módulos corporales o mentales que localizan pensar
y sentir? Imposible. No somos seres
fabricados por piezas y pedazos, no somos un producto como del doctor
Frankenstein.
3. La joven mamá “dio a luz”
-exquisita metáfora de parir- a su primer hijo. Durante el embarazo, leyó de
teorías de crianza. Hasta que la experimentada bisabuela partera del mundo
rural, una sabia campesina, le dijo “Mijita, ahora tus teorías se van al
carajo, vas a tener que inventarte la tuya”.
4. Teoricemos la teoría pensando en
abstracto. Se habla de algo abstracto cuando no es concreto, porque lo
abstracto, por definición, está fuera del tiempo y lugar en aplicación o
concreción. Aristóteles, que lo pensó todo en su época, decía “No hay más
ciencia que la de lo general, ni más existencia que la de lo singular”. Toda
ciencia, por definición, es abstracta, aspira a la generalidad de ley,
relación, patrón, concepto, no singularidad de existencia concreta. La ciencia
no existe sino a condición de abstraerse de lo particular, lo concreto, lo
específico. Abstraer es separar, aislar
con el pensamiento lo que existe junto a otra cosa. Mi camisa rosa es concreta.
Camisa y rosa separados son conceptos abstractos. Rectángulo y esfera son
abstractos; el marco rectangular con un dibujo de rostro esférico pintado por Picasso,
es concreto (aunque el artista hizo obra abstracta). Interesante fenómeno:
concreto y abstracto a la vez. Intenta describir completamente el sol. Imposible,
es abstracto. El sol del templo azteca, concreto. Toda idea es abstracta.
Ninguna idea se parece a su objeto. Spinoza, un filósofo de precisión geométrica,
decía que el concepto perro no ladra. Pensemos, pues, esa interesante relación.
5. Abstracción, ab (de) y traere (traer,
sacar); en griego, aphairein (separar
algo de algo); sacar de las cosas su esencia. Abstraer (y teorizar) es una
operación del entendimiento que separa un aspecto de la realidad prescindiendo
de los demás, y así, genera conceptos universales, no particulares, conceptos abstractos
no concretos. Tomás de Aquino: “Nuestro entendimiento entiende las cosas
materiales por un proceso de abstracción”. En teoría nos situamos en un espacio
abstracto. En práctica nos situamos en un espacio concreto. Concreto se refiere
a lo palpable, observable por los sentidos, los actos que se perciben. Abstracto
no es sensorial, es dimensión del entendimiento en conocimientos y ciencias que
especulan ideas, sin interés inmediato ni concreción en la práctica. Leer teorías
de recién nacidos es instructivo, pero tarde o temprano, la mamá y el papá, a
la hora de actuar en lo concreto al criar al bebé, tendrán que practicar. Leer
manual de natación al borde de la piscina, es lectura entretenida, instructiva,
sin embargo, si el lector desea nadar, mejor suelte el manual, se tire al agua,
patalee fuerte, y practique respirar por nariz según indica teoría natatoria, o
se ahoga el idiota creyendo que saber teoría era suficiente para saber flotar.
Diferente de matemática, física, cosmología, en que teorizar es la orden del
pensar, en otros conocimientos y actividades la especulación y abstracción son insuficientes,
puesto que hay que actuar en espacio/tiempo en que la práctica es decisiva. Es
praxis, enseguida veremos.
6. Teoría proviene del verbo griego theorein, significa contemplar, es un
enunciado que expresa un conocimiento especulativo con independencia de
aplicación práctica. Fue Aristóteles quien elaboró la idea de teoría, bios theoretikós o vida contemplativa,
que él asemejó a espectadores en juegos olímpicos: no actuaban ni participan,
sólo observaban. Es observación activa y pasiva. Es activa en el sentimiento,
la emoción, la identificación del espectador ante el acontecimiento; espectadores
sienten lo que acontece en el espectáculo, es catarsis. Es pasiva en conducta
pues el espectador no se lanza al ruedo del juego. El análisis etimológico de
teoría es instructivo. El sustantivo oros
indica quien observa un espectáculo, thea,
de donde procede teatro. Theorós es
“aquél que da mirada”, “espectador”. Teoría es un acto de facultad intelectual,
del sujeto pensante, del ser racional retirado a su intimidad, en distancia de
las cosas para conocerlas, contemplarlas con perspectiva de lejos, sin
involucrarse en una conducta práctica. Aristóteles consideró la teoría como la
actividad propia del intelecto, la acción por excelencia, de hecho, la cima de la
felicidad y la virtud, “alegría del conocer”, “perfecta felicidad” (Ética a Nicómaco X, 7). En Platón, su
maestro, la teoría ocupa rango superior en la jerarquía humana desde los actos
corporales a la actividad contemplativa. Por eso él era platónico (sin saberlo).
Si te acusan de un amor prohibido, y tú aclaras es un inocente amor platónico,
a él le debes el subterfugio filosófico, no es prohibido lo platónico, jajaja.
7. En la historia del pensamiento
filosófico, científico y otras áreas del saber, se dan interpretaciones del
concepto teoría, según el conocimiento o parcela de la realidad en que se
aplica la noción de teoría. Repasemos varias interpretaciones. Descripción de
realidad. Explicación de realidad. Anticipar probable realidad futura. Conjunto
de leyes o principios en relacionar fenómenos. Conocimientos especulativos (conjeturas,
proposiciones) independientes de aplicación. Conjunto de pensamientos para sistematizar
hallazgos experimentales. Conjunto de ideas que permiten explicar gran número
de hechos. Simbolismo útil para entender un fenómeno. Perspectiva mental ante
algo. Síntesis y generalización de la
experiencia práctica. Corpus de conocimiento de sistemas generales de
creencias, valores, ideales, utopías. Modelo para comprender una realidad
natural o humana. Constructo desde disciplina del saber. Teoría como filosofía:
pensamiento acerca del pensamiento. Etcétera. Cada teoría en sus diversos
ámbitos tiene su concepción de teoría: teoría del caos, teoría atómica, teoría
estructuralista, teoría evolucionista, teoría keynesiana, teoría crítica,
teoría cuántica de campos, teoría Big Bang, teoría de la relatividad, teoría
creacionista, teoría del conocimiento, teoría psicoanalítica, teoría microeconómica,
tantos ámbitos, tantos significados, en un solo vocablo.
8. Entre los griegos antiguos, la teoría
es una actividad contemplativa racional, una visión intelectual ante la
realidad. La tradición medieval heredará esa idea y mantendrá la diferencia
entre teoría y práctica (o praxis), en teología se expresa con los términos
“vida contemplativa” y “vida activa”. En monasterios que originan la idea de
universidad la vida teórica de la contemplación y la vida activa de la práctica
o praxis se respetan en sus espacios de realidad, si van por separados, así
sea, si van juntas en interacciones o integradas, así sea. El sentido que la
ciencia moderna experimental da a la teoría no es contemplación, sino de construcción
intelectual en sistema de proposiciones universales, comprobables y
comunicables. Teorías científicas explican una parcela de lo real, de fenómenos
problemáticos, siempre que se efectúen experimentos aceptados con protocolos de
las comunidades científicas.
9. Recordemos. En intención y formulación,
la teoría no es igual en cuestiones humanas que en estudios de naturaleza, la materia,
lo físico, lo abstracto, lo simbólico. En la naturaleza física la teoría no
modifica, en principio, la realidad, sólo se ajusta al experimento que explica
o predice. En lo humano, formulación e intención teórica intentan modificación
o transformación del humano. Teoría para entender propiedades geológicas de
montaña no son teorías para entender un alpinista que la escala. Sin embargo,
hay teorías del alpinismo en montañas de tierra, hielo o roca; teoría del hielo
y roca son diversas, así las aplicaciones de escalar montañas de hielo y de
roca.
10. Teoría y práctica se integra por necesidad,
por racionalidad y por exigencia de la realidad.
11. La práctica supone buena teoría en
lo teórico y buena práctica que se teoriza.
12. No confundamos teoría con doctrina.
Eso ocurre cuando hay fuerte inversión psicológica y económica en defender una teoría
(científicos, intelectuales, religiosos, los que tipifican ideologías). Morín y
Popper, advierten: teoría es un sistema abierto, en regeneración, se
autocorrige si se le ven costuras, corrupción. Teorías son corregibles,
“falsificables”, biodegradables. A la teoría se la cuestiona, problematiza, se
duda, sólo así es posible evolución o
revolución en la comprensión, explicación, aproximación a entender un
fenómeno. Doctrina, en cambio, afirma su verdad ya es comprobada, es autosuficiente,
no es falsificable ni biodegradable. El dogma es la última palabra doctrinal. La
teoría siempre es abierta a repensarse, dudarse, someterla al pensar
imaginativo, crítico, experimento, experiencia, y se abandona si la razón la
argumenta errónea, si la evidencia la prueba falsa, si la experiencia la cuestiona
al no encajar en la propia experiencia.
13. La práctica reina en la experiencia
humana. La experiencia de vivir es una práctica. Si bien la teoría se diferencia
de práctica en algunos casos, no son radicalmente contrapuestas. La práctica en
muchos casos engendra, prueba, mejora la teoría, mientras que la teoría esclarece,
orienta, verifica la práctica. Un juego dialéctico. Teorizar ayuda a practicar la práctica. Practicar ayuda a
teorizar la teoría. Juegos del
lenguaje.
14. Si no
interesa el puro conocer por sólo conocer, sino lo que interesa es obrar, actuar,
la experiencia, entonces hablamos de la práctica. Si lo que interesa es una
acción para modificar un estado de situación, una decisión para emprender una
acción, entonces la práctica es primordial. La razón y el sentido común nos
hace ver que los conocimientos teóricos de poco o nada sirven ante las acciones
y las decisiones. La razón teórica que conoce por conocer es insuficiente a la
hora de actuar. Se necesita la razón práctica que conoce para actuar. En Ética a Nicómaco afirma Aristóteles la insuficiencia
del conocimiento teórico para orientar y mejorar la acción humana. Es necesaria
la práctica dirigida por el saber, “lo que hay que hacer después de haber
aprendido, lo aprendemos haciéndolo” (Eth.
Nic. 1103a 32-33), saber práctico (episteme praktiké) cuyo fin es la
acción, a diferencia del saber teórico (episteme theoretiké). Para Kant, la
Razón, en su uso práctico, se ocupa del conocimiento para ser efectivo. Se
refiere no a lo que es, por un
especular teórico de realidad abstracta, sino a lo que debe ser, por un imperativo del bien.
15. Lo práctico es lo realizable, se
puede llevar a cabo, lo que se puede hacer, que concierne a la acción. Lo
práctico pone en obra principios, reglas, teorías… de un arte, una técnica, una
ciencia, un conocimiento. ¿Sabes cocinar paella valenciana? ¡Sí! Manos a la
obra. Lo estudiado en libros de recetas, los principios, las reglas, las teorías
generales culinarias, ahora a practicar en una acción de cocinar.
16. Lo práctico, en el habla común, se
reconoce en seguida, es más fácil que entender la teoría, a pesar de que vivimos
a partir y desde teorías, decía Ortega en lo que llamó ideas y creencias. Somos
portadores de ideas que pensamos de modo reflexivo; las creencias las vivimos
en convicciones profundas, tácitas, que hemos absorbido en la socialización. Es
prácticamente imposible vivir día a
día sin ideas y creencias por las que
vivimos, en las que vivimos, desde las que vivimos, con las que existimos. De modo consciente
o tácito, vivimos con explicaciones, comprensiones y concepciones de la vida, las
personas, la naturaleza, el mundo, quiénes somos, qué queremos, es la práctica
de vivir con sentido o sinsentido.
17. La práctica es lo que transforma
algo o alguien. Sin práctica no hay movimiento de energía, sea una práctica
muscular deportiva, práctica de pilotear aviones, práctica de una meta en que
uno se empeñe en aprender o lograr. ¿Pudiéramos hacer tal o cual cosa? No
sabemos, hasta que se pueda practicar. Porque la práctica es, precisamente, lo
que se hace. Es la práctica lo que valida o no una teoría, precisamente,
mediante prueba experimental o experiencia reflexionada. Ese “precisamente” es
lo que se precisa para saber qué hacer, por qué hacerlo, y cómo hacerlo, en la
generalidad de las situaciones.
18. Práctica es lo crucial en el humano.
En Aristóteles el saber práctico unifica la ética y la política, en Kant la
razón práctica conoce las cosas para hacerlas efectivas, es el tránsito de lo
que es a lo que debe ser. En la práctica radica la esperanza de lo posible. En
la práctica se generan las transformaciones en política, economía, salud,
educación, espiritualidad, que son esos grandes ejes vertebradores de la
praxis.
19. Praxis, palabra griega, significa acción o energeia. No cualquier acción. Es una acción que, a diferencia de la
teoría, es intrínsecamente transformadora de la realidad exterior al sujeto; en
el marxismo es la realidad del trabajo en el mundo alienante. Marx, el gran teórico
de la praxis, acusó a los pensadores que le habían precedido, de ser demasiado
teóricos. En lugar de interpretar el mundo, lo que debería hacer el filósofo es
transformarlo. Praxis también es transformadora del sujeto, en sentido próximo
a la filosofía clásica idealista. La noción de praxis, como transformación del
sujeto y del mundo por el trabajo, hace referencia a la ética y política, que
desde Aristóteles a nuestro tiempo es uno de los problemas centrales del
pensamiento: cómo articular teoría-praxis. En una síntesis admirable, Marx: “es
la actividad humana concreta” (Tesis
sobre Feuerbach, 1), de la que el trabajo es un caso particular. Pues no
sólo se trabaja para producción material, se trabaja para la creación del ser
solidario, del ser liberado y liberador. Que sea o no utopía, no quita su verdad,
su belleza, su ética de posibilidad en la esperanza.
20. Práctica, praxis, realización del
ser. Es praxis para efectuar obras externas. Es praxis interior en la persona. En
la II Guerra Mundial, la Resistencia Francesa efectuaba praxis revolucionaria,
muchos de los combatientes eran Juventud de Acción Católica, en praxis de
oración entre batalla y meditación. Algunos eran filósofos que,
paradójicamente, junto a teólogos alemanes, fueron consultores del Concilio
Vaticano II de la Iglesia Católica. En la praxis, hasta de guerra, las personas
se transforman.
21. En la praxis educativa lo importante
es experiencia de un aprender que nos
transforma, que acontece en situaciones inciertas, impredecibles, en aquí y
ahora nuevo, aunque se haya vivido antes. No sabemos por anticipado las consecuencias
o resultados de acción práctica en educación. Es importante reconocer esa
realidad en este tiempo de manipulación interesada en pretender controlar y
dirigir al humano desde afuera. En
pretender que los procesos educativos son controlables por planificación a base
de estándares, exámenes y tipologías. El intento de pensar la acción educativa pide
explícita referencia al modo como ésta se constituye prácticamente. La acción educativa se configura siempre como práctica
humana.
22. En educación, es precisamente la experiencia práctica en
que teoría y praxis se integran[1].
Quizá sea el tema filosófico principal en una Facultad de Educación. Para todo
conocimiento y en toda acción.
Elephant in the Room
El sistema
escolar es un anacronismo. Peligroso. Empezó mal, continuó peor y sigue
vigente. Es una de las tantas idioteces humanas. La idea y la práctica de que nuevas
generaciones vayan a la escuela para enseñarles conocimientos, comportamientos,
habilidades, encerrados en un salón de clase, antes que aprendan en vida
cotidiana, la familia, data del siglo XVII, un autor lo justifica, Comenio. En siglos
XVIII y XIX, Europa, Estados Unidos, América Latina, y colonias europeas, se forman
sistemas escolares calcados a imagen y semejanza de hospitales, cárceles y
fábricas de la naciente era industrial. La escuela nace con ideas falsas: 1) escuela
y educación es lo mismo; 2) niños y jóvenes no se motivan intrínsecamente; 3)
idea patológica del humano pecaminoso en su origen, que requiere doble disciplina,
castigos físicos y disciplina de disciplinas académicas a memorizar; 4) que
niños y jóvenes son incapaces de decidir su aprendizaje, y eso es dominio del
adulto con absoluta autoridad; 5) humanos son uniformes y deben ser sometidos a
idéntica forma de enseñanza y aprendizaje, al mismo molde y patrón; 6) se nace
como una tabla rasa, ser vacío a ser llenado desde afuera; y otras ideas
estúpidas.
El siglo XX
trae la escolaridad masificada y obligatoria en países “desarrollados” en
democracia.
El sistema
escolar, que nace defectuoso, empeora, por aquello que árbol torcido no se
endereza. Es una lástima someter a millones de seres nacientes al mismo régimen
escolar, misma anatomía psicológica y espiritual. Lástima por ignorancia. Del siglo
XVIII a hoy hablan voces elocuentes sobre educación en general, y en particular
la modalidad escolar. Primera voz profética fue Rousseau, siguen centenares,
Pestalozzi, Thoreau, Emerson, Alcott, E. Key, Montessori, Steiner, Decroly, Ferrer-Guardia,
Tolstoy, Krishnamurti, Dewey, son tantos con frescas ideas filosóficas en
educación y prácticas pedagógicas sensatas, racionales, de sentido común,
inteligentes, en el placer de aprender…
La plataforma
escolar que padecemos desde el siglo XVIII está atrapada en un chip algorítmico
que programa instrucciones al sistema: todos/as estudiantes son iguales en genética, psiquismo,
necesidad, interés, talento, talante, ritmo, vocación, contexto, esa identidad
uniforme es para ser formados (de ahí la palabra “formación” tan fea y tan
usada), se forman para ser conformados en una enseñanza en línea de ensamblaje
industrial, mecánico, que insertan en molde prefabricado a estudiantes para darles
la forma o formación con el mismo currículo,
tiempo, salón, contenido, enseñanza, aprendizaje, estándar, evaluación, exámenes,
grados, premios, castigos, diplomas; es lo mismo
para todos en la fábrica escolar que moldea, forma y conforma. Pero si nos
fijamos atentamente, es fácil saber que Ana, José, María, Luis, Sonia, Olga,
Julio, poseen tonos diversos, talantes distintos, en variaciones de ritmos, con
su propia musicalidad existencial. Merecen de la sociedad adulta el respeto, la
confianza, la libertad, y por qué no, el amor, de poder ser.
Mark Twain en
su delicioso cuento, The Stolen White Elephant,
narra unos detectives ineptos que buscan un elefante en un comedor, es
evidente está ahí, fastidia, molesta, caga, todos saben ahí está un elefante
jodiendo con mal olor. Es metáfora literaria perfecta a un problema obvio que
se sabe, es evidente, todos reconocen el problema, saben la solución inmediata,
pero nadie lo admite diciendo “carajo,
saquemos a ese elefante”. Cualquier parecido con el sistema escolar actual no
es coincidencia.
Subscribe to:
Posts (Atom)